Los centros de buceo de La Restinga están empezando a hacer incursiones hasta el último punto de inmersión hacia el oeste de la Reserva Marina del Mar de Las Calmas, el Desierto. Allí han descubierto que la vida estás regresando a la zona afectada por la erupción volcánica.

El volcán de La Restinga no está apagado del todo, como han comprobado, gracias a un sofisticado robot, investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) en la misma zona de la erupción, sin embargo, la vida está volviendo poco a poco a la Reserva Marina del Mar de las Calmas. Lo han comprobado los mismos investigadores, pero también los buceadores de La Restinga, que están empezando a realizar inmersiones en la zona donde hasta el pasado 10 de marzo estaba prohibida toda actividad.

De momento, los submarinistas de centros de buceo de La Restinga sólo están sumergiéndose en El Desierto, el punto de inmersión que se halla más al oeste de los 12 que hay dentro de los límites de la Reserva Marina. Allí han visto que «los peces grandes, como los meros y los medregales han vuelto», asegura Joan Vázquez, del centro de buceo Benhtos, que, como el resto de buceadores de La Restinga, está comprobando que «la vida vuelve a su sitio».


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