La Federación vasca de Montaña ha recurrido ante el Tribunal Constitucional la ley de tasas al considerarla «discriminatoria»

Dos meses y medio después de su entrada en vigor, el Departamento de Interior del Gobierno vasco ha aplicado por vez primera la polémica tasa de rescates aprobada a finales de diciembre por el Parlamento. El afectado es un escalador vitoriano, de 28 años, que tuvo que ser auxiliado hace tres semanas por los equipos de emergencia coordinados por SOS Deiak tras precipitarse al vacío desde una altura de cerca de 20 metros en las paredes del enclave alavés de Atauri. La factura asciende a 2.417,41 euros que no saldrán del bolsillo de montañero accidentado, ya que afortunadamente estaba federado, por lo que será la compañía de seguros la que corra con los gastos derivados del operativo de salvamento.
El departamento que dirige Rodolfo Ares ha tramitado la factura a este experimentado escalador por cumplir uno de los supuestos contemplados para la aplicación del canon: estar practicando la escalada, un deporte catalogado como actividad de riesgo en la propia Ley de Tasas. La única forma de eludir el pago directo por parte del afectado es estar federado, como en este caso, ya que los costes de los rescates se incluyen dentro de la póliza colectiva. En el caso de los montañeros o senderistas, actividades no consideradas de riesgo, la tasa se cobrará sólo en caso de que el rescatado haya ignorado una alerta meteorológica que desaconsejaba la salida o bien hubiese invadido una zona peligrosa o de acceso restringido. Interior insiste en que el objetivo de la medida no es recaudatorio, sino que trata de acabar con la inasumible dinámica de rescates -uno cada tres días-, atajar las conductas imprudentes y fomentar el asociacionismo.
La factura girada al montañero alavés incluye una hora de servicio de un helicóptero (2.155,79 euros), un vehículo (39,14 euros) y seis agentes, (222, 48 euros, a razón de 37,08 por cada efectivo). En total, la cuenta asciende a 2.417,41 euros, que ya ha sido girada a la compañía de seguros Helvética, con la que tiene contratada la póliza la federación vasca de montaña. Según confirmó su presidente, Álvaro Arregi, la aseguradora se hará cargo de la factura, puesto que el montañero «cumplía las condiciones», como es estar al día en el pago de las cuotas.
Jornada negra
El accidente ocurrió el pasado 26 de febrero, una jornada negra para el montañismo vasco en la que hubo que lamentar el fallecimiento de un mendizale bilbaíno en el macizo del Anboto. Precisamente, el helicóptero que acudió a recuperar el cadáver fue el mismo que se tuvo que desplazar poco después hasta el término municipal de Arraia-Maeztu, en concreto hasta las paredes de Atauri, donde un joven de 28 años y vecino de Vitoria, se había precipitado al vacío desde una altura considerable -aproximadamente como la de un edificio de seis pisos-, mientras practicaba la escalada.
Afortunadamente, el deportista estaba acompañado de un grupo de personas que le prestaron los primeros auxilios y avisaron al 112. De inmediato se desplazaron una pareja de ertzainas y un equipo de sanitarios, a los que los compañeros del accidentado se encargaron de guiar hasta el lugar donde se encontraba el herido, que fue inmovilizado. Ante la imposibilidad del helicóptero de aterrizar por lo escarpado del terreno, el joven tuvo que ser izado mediante una camilla. Fue trasladado al hospital de Santiago con lesiones en la espalda, de las que se recupera favorablemente.
Con esta primera factura, el Gobierno vasco lleva a efecto una polémica medida que ha contado desde su origen con el frontal rechazo del colectivo de alpinistas y espeleólogos vascos, los principales afectados, por numerosos, entre las actividades de riesgo susceptibles de la aplicación de la tasa. De hecho, tras introducir unas demoledoras alegaciones al borrador de la ley durante la tramitación parlamentaria «que prácticamente fueron ignoradas», la Federación vasca de Montaña ha decidido dar un paso más con un recurso interpuesto por la vía contencioso-administrativa ante el Tribunal Constitucional, según detalló Álvaro Arregi. «Queremos dejar patente nuestro rechazo a una tasa discriminatoria, que se aplica a unas actividades deportivas sí y a otras no», lo que, según la federación, podría infringir el derecho constitucional a la igualdad. Arregi augura, además, que si se generaliza el cobro de rescates a los montañeros, las pólizas «se encarecerán» y la medida acabará repercutiendo en el bolsillo de los aficionados «a través de la subida de las cuotas».

EL PRECIO


37

euros por cada agente que participe en el operativo. Vehículo: 39,14 euros. Helicóptero: 2.155,79 euros. Embarcación: de 394,49 a 2.077,51 euros, según su eslora. El tiempo máximo a cobrar será de cuatro horas.
DEPORTES DE RIESGO


Los deportes de riesgo dentro de la ley son: Submarinismo, travesías de natación, windsurfing, flysurf, esquí acuático, wakeboard,wakesurf, skurfer, motos de agua, surf, bodyboard, rafting, hydrospeed, descenso de cañones y barrancos, piragüismo, remo, navegación con embarcaciones, puenting, goming, kite buggy, quads, escalada, espeleología deportiva, bicicleta de montaña sin casco protector, motocross, vehículos a motor enmontaña, raid y trec hípico, marchas y turismo ecuestre, esquí, snowboard, motos de nieve, paraski, snowbike, mushing, skibike, skibike, aerostación, paracaidismo, salto base, vuelo con ultraligeros, vuelo con aparatos de motor y sinmotor, parapente, ala delta y parasailing.

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