Yamilé Luguera González
yluguer@gmail.com

Miembro Ordinario de la Sociedad Espeleológica de Cuba
Grupo Tageni

La exploración de cavernas inundadas mezcla el buceo con la espeleología, en ambientes de difícil acceso, pero de impresionante belleza. En Cuba este 2012 representa el 50 aniversario de la práctica de dicha especialidad.
El Archipiélago Cubano cuenta con un área total de 110 922 km2 y con más cuevas por kilómetro cuadrado que cualquier otro país en el mundo.
Valorado este tesoro cársico, se fundó en 1940 la Sociedad Espeleológica de Cuba (SEC) por el Dr. Antonio Núñez Jiménez, su presidente durante aproximadamente 60 años.
Núñez fue también iniciador, en 1962, de la exploración de cavidades inundadas, en la Laguna del Valle San Juan, en la Península de Guanahacabibes, Pinar del Río, donde se exploraron un total de 5 cuevas.
En la Cordillera de Guaniguanico se ejecutaron algunos buceos en tramos de sifones fluviales, en la Gran Caverna de Fuentes y la cueva El Altar.
Los estudios se continuaron en algunas cuevas de la llanura meridional de la provincia de La Habana, como las cuevas de Astón y Los Pérez en Las Cañas, Artemisa. Fueron los pioneros del espeleobuceo cubano, el Dr. Nicasio Viña, Ángel Graña, Roger Montañés, Rafael Mesa, Orestes Aguiar y el propio Núñez Jiménez.
Conocieron y exploraron un buen número de espeluncas de toda la isla, como la cueva de Juanelo Piedra, en la actual Mayabeque, el lago de los Peces Ciegos en la caverna de La Pluma, la cueva del Cepero (conocida hoy como Saturno) y la de la Chucha, en la zona de Carboneras, en Matanzas.
Las mujeres no se quedaron atrás en esta peligrosa práctica, Mireya Jiménez (primera mujer Instructora en el país), junto al fotógrafo subacuático Oriol Menéndez, y los buzos Ricardo Hernández y Juan Herrera participaron también junto a Orlando Soler y Ercilio Vento, miembros del grupo Espeleológico “Carlos de la Torre “, mapeando las cavidades.
Estas exploraciones se hicieron en ese entonces con la técnica y el equipamiento de aguas abiertas, desafiando el medio y sacando a la luz pública un paisaje maravilloso, que motivó a una segunda generación de espeleobuzos, los cuales emprendieron sus actividades en la década de los 80.
Entre 1980 y 1991, se realizan las expediciones Cubano-Checoslovacas, con miembros del Club de Espeleología Subacuática "Hranicky Kras" y el grupo espeleológico Martel de Cuba, quienes estudiaron hidrológicamente varias zonas cársicas, exploraron 22 cavidades en la margen este de Bahía de Cochinos, Laguna Larga, la Casimba de Ilona, Susana, XXXV Aniversario, el Brinco entre otras, todas en la ciénaga de Zapata, Matanzas y al norte de la provincia de Holguín donde exploraron 3 espeluncas más.
El grupo espeleológico Guaniguanico y Cimarrones, de Pinar del Río a lo largo de 15 años, desde 1985 hasta el 2000 mantuvo su propio grupo de espeleobuceo. Donde se destacaron espeleólogos bajo las enseñanzas y el ejemplo de Pedro Luis Dorta Abreu, entre ellos se encontraban: Martín Martín, Pedro Luis Hernández, Frank González, Manuel Valdés Suárez, Lázaro Fiallo Come, entre otros pinareños y Jorge Luis Álvarez Licourt del grupo Combate de Moralitos de San José de las Lajas.
De conjunto o individual durante ese tiempo realizaron exploraciones como la recartografía y excavación arqueológica subacuática en 1987 de la Laguna del Valle de San Juan, Península de Guanahacabibes; cartografía y exploración de Pozo Azul en Manuel Lazo, donde se sumó Abel Pérez, cuando daba sus primeros pasos en la especialidad. Estas exploraciones arrojaron nuevos reportes bioespeleológicos.
En diferentes momentos realizaron exploraciones y cartografías de las resurgencias de Guanahacabibes como Poza Redonda, Poza de Juan Claro, y estudios de la cueva de los Musimanes, así como de los sifones de las cuevas de La Pintura, La Barca, El Pozo y El Perjuicio todos en la Península de Guanahacabibes.
En la sierra de los Órganos realizaron buceo en el lago colgado de la caverna del Cumpleaños en la sierra de Guasasa y estudio de las casimbas en la sierra de Mesa en el Valle de Luis Lazo, así como en la resurgencia de La Estrechura del Cuyaguateje. Pasaron más de 10 sifones en la caverna Los Menéndez en Sitio del Infierno, llevando la cueva de 1,5 km a 4,8 km.
Una valiosa etapa de trabajo fueron los estudios realizados en el Sistema Cavernario Palmarito cuando se intentó en varias ocasiones forzar el denominado sifón sur, en el sector del río Palmarito o en el nivel inundado del sector norte, galería del Apóstol, con más de 100 m de cuevas inundadas y la conexión del sistema cavernario Palmarito con el Hoyo de Cimarrones, para lo cual se forzaron varios sifones hasta encontrar el verdadero, que permitió la conexión histórica que convirtió a Palmarito en la mayor caverna de Cuba y la número 49 a nivel mundial.
A esto se suman los varios intentos en la surgencia y resurgencia del sector Hoyo de Cimarrones-Pan de Azúcar, intentando hacer la conexión física del sistema por esa vía, la última como parte de las filmaciones del programa Al Filo de los Imposible con buzos españoles.
También se forzaron varios sifones en la Gran Caverna de Santo Tomás y en la sierra del Rosario en la cueva de los Miqueos y El Brazo de la Cueva, en el último sector de la resurgencia del río. Como exploraciones esporádicas colaterales exploraron la caverna de Juanelo Piedra, Los Pérez. Astón en Artemisa y varias casimbas de la ciénaga de Zapata, sin dejar de recoger los estudios en la cueva de Chicharrones que se narran más adelante.
En el oriente del país se destacó el Grupo Espeleológico Gibara, comandado por José Corella Varona (Joselín), quienes exploraron Tanques Azules de Gibara, en la zona oriental.
Por entonces visitaron a Cuba espeleobuzos de las federaciones espeleológicas de España y Francia, que compartieron sus experiencias de exploración y registro de los sistemas de cueva.
En Camagüey,a finales de los años 90, miembros de los espeleogrupos Biokarst, Neptuno, Guaniguanico, la Sección Nacional de Espeleosocorro y la Sección de Espeleobuceo de La Habana, descienden en Sierra de Cubitas la Sima de Rolando, una cavidad vertical de 82 m de caída libre hasta el espejo de agua.
Este ha sido el mayor reto, desde la óptica de la progresión vertical implicado en una exploración de espeleobuceo en nuestro país. Ya alcanzado su manto freático, los buzos, Abel Pérez y Pedro L. Dorta, lograron ubicar una galería de la cual fueron explorados unos 150 m.
El primer lamentable accidente de espeleólogos buceando en cuevas cubanas, ocurre en Laguna Larga, casimba de la ciénaga de Zapata, donde perdieron la vida dos jóvenes: Julio Ferreiro (Julito) y Pedro Monzón (Pedrito), mientras exploraban dicho lugar.
El 27 de agosto de 1991, se constituye en La Habana, la incipiente Sección de Espeleobuceo del Comité Espeleológico de esta provincia, formada por 12 espeleólogos que realizaban inmersiones en cuevas desde años anteriores.
Conformaron este embrión: Abel Pérez, Eduardo Nieto, José M. Aguirre, Jorge Clinche, José B. González (Pepe), Reinaldo Suárez (El Pata), Carlos Rodríguez, Freddy L. Cámara, Ernesto López, Alfredo Debraz y Carlos H. Soler (Baldoquín).
Se realizaron también expediciones conjuntas con los espeleobuzos norteamericanos, la Dra. Jill Yager bióloga, el Instructor Steven Omeroid, y su esposa Judy Omeroid.
El mayor reto para los espeleobuzos, Abel Pérez y Pedro L. Dorta, fue la exploración de la galería del Pozo de la cueva de Chicharrones, quienes exploraron 500 metros usando Side Mount (técnica de espeleobuceo), pasando una peligrosa restricción; el buceo duró 4 horas, contando la descompresión (eliminación mediante paradas descompresivas del nitrógeno residual en la sangre).
Esta fue una expedición con Steve y Judy Ormeroid, quienes los acompañaron y pusieron los acualones en las estaciones intermedias para que los buzos tuvieran aire de reserva al regreso.
Con la instructora y amiga Kate Lewis, de la Asociacion Nacional para el Buceo en Cuevas de Estados Unidos (NACD), por sus siglas en inglés, en 1999, se realizó un curso de reciclaje con los buzos Abel Pérez, Ernesto López (Kikito), y José B. González. Se exploraron e instalaron las cuevas de Los Quintana y de Pozo Azul, en la costa norte de la provincia de Matanzas.
En el año 2000 fueron exploradas también la cueva de Luis Piedra, por miembros de los grupos Biokart, Fernando Ortiz y espeleobuzos de la SEC, instalándose más de 500 m de cuerda guía; en estas exploraciones participaron además colegas belgas.
En el mismo año, y a raíz del lamentable accidente ocurrido en junio, en la Poza de Juan Claro, Guanahacabibes, donde perdieron la vida tres buzos de aguas abiertas y un espeleobuzo, se decide que la Sección de Espeleobuceo tome carácter nacional.
Así mismo se comienzan a desarrollar, por parte de su primer presidente, Abel Pérez, ciclos de conferencias de introducción a las nuevas técnicas, para homologar y nivelar técnicamente al grupo de espeleobuceadores.
Nuevos amigos tienden la mano y se realiza en Cuba, por primera vez, un curso de rigor de la especialidad, impartido por los instructores Andreas Matthes, Kate Lewis y Benjamín Sacristán.
En el año 2003 visitaron a Cuba miembros de la Federación Mexicana de Actividades Subacuáticas (FMAS) y de su comisión de buceo en cuevas.
Se entablaron relaciones de colaboración entre ambas instituciones, con los instructores Juan Carlos Carrillo y German Yañes. Estos lazos han redundado en la seguridad del buceo y la formación de instructores dentro de la Sección Nacional de Espeleobuceo de la Sociedad Espeleológica de Cuba (SNE-SEC), así como las exploraciones en conjunto.
Con la refundación de la Federación Cubana de Actividades Subacuáticas (FCAS), afiliada a la Confederación Mundial de Actividades Subacuaticas (CMAS), se constituye la Comisión de Espeleobuceo, dentro del comité técnico de FCAS y se llevan a cabo la firma de convenios de colaboración entre FCAS y la SEC a través de su SNE.
En la FCAS, la comisión de buceo en cuevas, está presidida por Ramsel Arencibia y la integran los miembros de la SNE-SEC, y en la SEC, es su presidente José B. González.
En el 2001 se impartió otro curso de nivelación en la técnica de progresión de la NSS-CDS y en el 2004, miembros de la FMAS, impartieron cursos de Espeleobuceo Avanzado, de las agencias Technical Diving International (TDI) y NSS-CDS a un grupo de 5 compañeros que crearon el embrión de la masa de Instructores de Espeleobuceo en Cuba.
Es oportuno destacar, que el grupo espeleológico Fernando Ortiz, en conjunto con la SNE- SEC, se encuentra enfrascado en los últimos detalles para comenzar el "Proyecto Integral del Estudio Multidisciplinario de los Abalcones de Cienfuegos"; Abalcones es el nombre típico que reciben las casimbas o cenotes en la región.
Esta área posiblemente sea la de mayor incidencia de cavidades inundadas por km2 en el país y está aún en espera de un estudio profundo de espeleobuceo, geomorfología, arqueología, y biótica, entre otros.
Existe también la intención de desarrollar un trabajo comunitario, mediante la interacción con los asentamientos humanos, para propiciar nuevas vías de desarrollo sostenible y ampliar los marcos de la educación ambiental.
Los logros más relevantes obtenidos mediante el espeleobuceo son:

•La proeza de los primeros estudios realizados por los pioneros del espeleobuceo cubano con tecnología obsoleta e insegura, pero que abrieron las puertas a los actuales estudios.

•Los estudios realizados por el grupo Martel y los pioneros de la espeleología en el Sistema espeleolacustre de Zapata.

•El haber realizado una excavación por sistema de compresor-extractor en un sitio arqueológico aborigen de primera magnitud en la Laguna del Valle de San Juan en fecha tan reciente como 1987 con una técnica totalmente rústica y haber obtenido magníficos resultados no esperados, premiados a nivel nacional e internacional.

•El empleo de las técnicas de espeleobuceo en la exploración de los grandes sistemas cavernarios de Pinar del Río que permitieron alcanzar cifras de exploración significativas y que permitieron demostrar la existencia de la mayor caverna de Cuba: Palmarito.

•Localización de una nueva especie de Remipedia, durante la expedición conjunta SNE-SEC y la NSS-CDS de los EE.UU. en agosto de 1992.

•El grupo espeleológico Biokarst realizó estudios de la fauna troglobia en más de 40 cuevas del país (década del 90).

•Expedición de los miembros de la SNE-SEC a la Sima de Rolando, Sierra de Cubitas, Camagüey, en 1997.

•Las sistemáticas exploraciones en las cuevas inundadas de la llanura norte Güirito-Gibara incluyendo la mayor caverna inundada de Cuba.

•Expedición de los miembros de la SNE-SEC y la National Geographic, en agosto de 1999.

•Filmación del Documental: "Los Cueveros", entre los miembros del grupo espeleológico Biokarst y la SNE-SEC, con la TV Suiza, en cuevas de las provincias Pinar del Río, Matanzas y la Isla de la Juventud, en agosto del 2000 y de un capítulo del programa Al Filo de los Imposible de televisión Española en el Sistema Cavernario de Palmarito, en el 2000.

•Ubicación y estudio antropológico-físico de los restos óseos de un individuo de raza negra, del sexo masculino, de aproximadamente 25 años de edad, en la cueva de Luis Piedra, Quivicán, La Habana, septiembre del 2001.

•También lo es la confección de equipamiento técnico casero por parte de los miembros de la Sección.

El más importante, a nuestro entender, ha sido mantener la exploración y estudio de las cuevas inundadas durante cinco décadas.
Entre los Niveles de Certificación actual están comprendidos:

•Aprendiz de Espeleobuzo

•Espeleobuzo de Nivel Básico

•Espeleobuzo de Nivel Medio

•Espeleobuzo de Nivel Avanzado

•Instructor de Nivel Básico

•Instructor de Nivel Avanzado

•Instructor Evaluador

En estos momentos la organización y estructura de la Sección de Espeleobuceo de la SEC agrupa a todos los espeleólogos que practican la modalidad de buceo en ambientes confinados.
Con los objetivos del estudio, la conservación y protección de las cavidades subterráneas, y en especial de las cuevas inundadas, se pretende entrenar, capacitar y titular según las normas nacionales a todos los espeleobuzos de la SNE, y de esta forma garantizar la práctica segura de esta actividad.
También se coopera y participa, a través de convenios de trabajo, con la Sección Nacional de Espeleosocorro, en asuntos de salvamentos y rescates en accidentes.
En la actualidad hay una biblioteca conformada por el material bibliográfico de los miembros más conocedores de la actividad, donde se archivan todos los materiales, libros y documentos que se reciben por donación para ser consultados.
Con las filmaciones dejadas a su paso por Cuba de los colegas espeleobuzos que comparten nuestras exploraciones, se ha iniciado el Archivo de Imágenes.
Dentro del currículo de trabajo que se ha llevado hasta hoy, están los trabajos de las cavidades exploradas en la Isla de la Juventud, en Artemisa, en Quivicán, Holguín, donde se localizan las cuevas freáticas más bellas y laberínticas.
Pero hasta la fecha, es Matanzas, la provincia más abundante en accidentes cársicos inundados y explorados de toda la Isla.
Está comprobado que la cueva de mayor recorrido del país, es Tanque Azul, en la provincia de Holguín. Esta tiene explorados 2800 m de galerías inundadas, y no sólo es reconocida por su espeleometría, también por la belleza de sus formaciones secundarias.
La más profunda en nuestro país, es El Ojo del Mégano, de origen freático, con 70 m de profundidad, hoy bajo las aguas del Estrecho de la Florida, lo que constituye una muestra más de los importantes cambios que ha sufrido el nivel del mar durante las últimas glaciaciones.
Este artículo salió a la luz gracias al presidente de la sección de espeleobuceo de la SEC, José B. González y otras personas que son parte de esta reseña, como Jorge Clinche, Ciro Torres, Ransel Arencibia, Adrián de la Paz, Racso Fernández, Pedro L. Dorta, Pedro Luis hernández, todos espeleobuceadores y algunos de la Sección de Espeleobuceo de la Sociedad Espeleológica de Cuba y el grupo espeleológico Fernando Ortiz.

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