El objetivo de está ley es evitar muertes y graves secuelas en la salud que deja la práctica del oficio

A partir del siete de febrero del próximo año, en Nicaragua será prohibido que los buzos que arriesgan su vida dedicándose a la pesca artesanal de langosta, practiquen el oficio.
Para entonces, está definida la entrada en vigencia de la Ley de Protección y Seguridad a las Personas Dedicadas al Buceo, Ley 613, aprobada hace tres años, según anunció Danilo Rosales, viceministro del Instituto Nicaragüense de la Pesca, Inpesca.
Dijo que el objetivo es evitar muertes y las graves secuelas a la salud que deja la práctica del oficio, además de proteger a los afectados en accidentes laborales.
Según explicó, de esta manera están velando por el bienestar de unos 3 mil buzos del Caribe y para eso, dijo que apuntan a “reconvertir la pesca de langosta por buceo”, refiriéndose a que aspiran motivar a los pescadores a considerar otros medios para obtener ganancias como la “pesca de escama, pesca de caracol, pesca de langosta a línea o dentro de las 3 millas náuticas”, mencionó.
Pero los pescadores no reciben muy esperanzados la noticia. Gregory Goff del Puerto el Bluff, dijo que aún no ve condiciones para encontrar otro medio de vida.
“Es muy bonito lo que nos dicen, pero la realidad es otra, aquí no tenemos empleo y la pesca de caracol o pepino de mar, también requiere de buceo”, señaló reconociendo que el modelo de cooperativas que también se impulsa es buena, pero aún demasiado burocrática.
“Los verdaderos pescadores no estamos incluidos, es un proceso que dilata mucho porque te piden un montón de papeles y al final reciben apoyo gente que no son pescadores, yo los invito que visiten los bancos y cayos donde está la gente pescando, algunos han recibido motores y embarcaciones; pero como no son pescadores tienen sus equipos de adorno”, se quejó.
De acuerdo a Rosales, el gobierno está fortaleciendo las cooperativas de acuicultura basado en experiencias del Pacífico del país.
“Sabemos que es un proceso lento, pero de momento le estamos diciendo a los buzos que existen otras alternativas de pesca, señaló el funcionario.

Cooperativismo
Eustace Wilshere, promotor de cooperativas de la pesca, informó que a la fecha el gobierno ha canalizado una inversión de más de un millón 400 mil dólares en las cooperativas, a través de Alba-Caruna y el Banco Produzcamos para facilitar a los pescadores la adquisición de implementos y equipos.
Entre Bluefields, Laguna de Perlas, La Desembocadura del río Grande y Corn Island suman 1,450 pescadores organizados en cooperativas.
Según explicó, el desafío de las cooperativas de pesca consiste en la administración y gerencia. “Estamos sugiriendo a las cooperativas que organicen su contabilidad para ser sostenibles y puedan constituirse como empresas prósperas”, reveló resaltando el avance de los pescadores de los Cayos en la Desembocadura del río Grande en materia de administración de sus recursos.
50 mil empleos
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el recurso langosta representa el rubro económico más importante del país alcanzando en los últimos cinco años un promedio de 1, 373 toneladas de colas desembarcadas por año, equivalentes a US$39 millones.
La pesquería también genera empleo a unas 50 mil personas en la Costa Caribe. De acuerdo al viceministro Rosales, en 2011 Nicaragua obtuvo 50 millones por la venta de 25 millones de libra de pescado, camarones y langosta. Para el presente año se proyecta obtener US$60 millones por el aprovechamiento de la pesca.


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