Muchos son los motivos que pueden llevarte a visitar Malta, el mío fue el buceo.
Había leído mucho sobre Malta. Frases como “Malta, sabor mediterráneo”, “Malta, sol y mar”, “El destino ideal para un merecido descanso”, “Malta: 7000 años de civilización” me cautivaron, y aunque en principio tenía mejor opciones para bucear, algo, llamémoslo intuición o presupuesto ajustado, me decía que Malta debía ser mi destino.
Mi primera inmersión fue en en St Elmo Bay en Valleta, para visitar el HMS Maori, un destructor de la II Guerra Mundial que descansa a 18 metros de profundidad desde 1942 tras un ataque aéreo alemán. Del barco solo queda el puente elevado. Se retiraron la proa y la popa, así como los cañones. Esto, unido al cieno y a las algas, no hacen de este lugar uno de los principales puntos de inmersión de Malta.
La segunda inmersión fue en Ghar Lapsi, un pequeño (como todo en Malta) poblado pesquero en la costa sur. En esta inmersión, donde lo paisajístico gana por goleada a la biodiversidad, pude bucear entre una serie de cuevas submarinas (ghar en el idioma maltés significa cueva), con numerosas aberturas a través de las cuales se filtraba la luz del sol dejando imágenes para el recuerdo.
Las últimas y mejores inmersiones fueron en la Isla de Gozo, más concretamente en Blue Hole e Inland sea. La primera de ellas fue la más espectacular de cuantas realicé en Malta.
El Blue Hole (agujero azul) es una formación rocosa natural formada por la acción del viento y las olas. El agujero está un metro por encima del nivel del mar y tiene una anchura inferior a los 10 metros, unos pocos metros hacia abajo hay una salida al mar a través de un gran pasadizo abovedado.
He de reconocer que esta inmersión es una de las más especiales que he hecho nunca. La inmensidad de ese azul oscuro sobrecoge y tiene la capacidad de hacerte sentir muy pequeñito
Situado junto al Blue Hole, se encuentra el Inland Sea es un pequeño mar interior que se comunica con el exterior por un estrecho cañón, es una inmersión poco luminosa donde los aficionados a la fotografía submarina pueden obtener contraluces espectaculares.
La conclusión a la que llegué después de mi visita, es que Malta es un pequeño gran país, pequeño por arriba pero inmenso bajo el agua.


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