La noche que se hundió el Titanic, los 325 pasajeros de primera clase
podían cenar un sofisticado menú con una veintena de platos. Algunos de
ellos (el  consomé Olga al Oporto con láminas de vieiras, el salmón
poché con muselina y pepino, o la tarta Waldorf) se podrán degustar en
un balneario murciano el próximo 14 de abril, exactamente un siglo
después del mítico naufragio de 1912. 


"Mi tío bisabuelo, Juan Talavera, era armador en Barcelona y
representante de la naviera White Star en España cuando visitó en 1910
los astilleros de Harland & Wolff en Belfast", explica Pedro de
Leana, propietario del Balneario de Leana en Fortuna
que celebra la cena conmemorativa en un comedor inspirado en el del
barco. "Quedó tan fascinado por el restaurante de primera clase del
Titanic, que, cuando volvió a Murcia, decidió replicarlo en el
balneario". Helos aquí...

Ahí está la misma columnata central, los detalles navieros en el
reloj y las ventanas, y molduras similares que se mandaron hacer en
Barcelona y llegaron en burro a Fortuna. La gran diferencia: el techo.
"Nosotros no teníamos la limitación de altura que existe en un barco",
explica el dueño del balneario.


La vinculación de barco y balneario no acaba ahí... El tío bisabuelo,
también se inspiró en la escalera imperial del Titanic para la de su
alojamiento murciano, casi casi como en Hollywood.

La relación continuó a lo largo de generaciones. En 1990 Pedro y su
padre asistieron a una subasta de los objetos encontrados en el pecio
por el oceanógrafo Robert Ballard.
"Compramos un trocito de carbón original de la caldera número 4 y
también réplicas de platos y copas de vino de primera clase", cuenta
Leana que tiene una pequeña exposición con estos objetos, maquetas y
fotos de la historia del barco.

En la exposición también hay un libro de cocina con recetas de los
platos que se sirvieron a bordo. "Un menú de comida francesa de
principios de siglo que hemos adaptado ligeramente", explica el
hostelero que también es perfumista y, rizando el rizo de esta historia,
saltó a la fama el año pasado cuando se supo que miembros del Partido
Demócrata le habían encargado un perfume para Barack Obama que sigue enviando a la Casa Blanca.

Volviendo al menú... En la cena conmemorativa en vez de 22 platos, se
servirá una selección de ocho, de los que se puedrán elegir cuatro.
Habrá también una orquestina y la velada se completará con una
proyección de la película protagonizada por Kate Winslet y Leonardo
DiCaprio. "En la escena en la que tiran bengalas en la película,
nosotros también las lanzaremos desde la piscina", expica Leana. El
filme acabará justo a las 02.20: "Hora exacta en la que el barco acabó
de hundirse". Para más inri, se invitará a los asistentes al evento (que
tiene fines benéficos) a que se vistan de principios del siglo XX. "¡Va
a ser un show total!", dice el propietario del balneario.

Y todo por 210 euros el fin de semana del 13 al 15 de abril, con
alojamiento en el hotel del balneario, media pensión, cena conmemorativa
del Titanic, masaje de aromaterapia, piscinas termales y spa romano (el
recinto incluye las ruinas romanas del balneario de Fortuna).


Para el experto, todo lo relacionado con el Titanic llama tanto la
atención porque "aquello fue más que un naufragio". "El Titanic
simboliza el hundimiento de todo un estilo de vida, la belle epoque,
ese lujo exacerbado que acabaría de golpe con la Primera Guerra
Mundial, esa osadía de hacer un barco insumergible que al final se
hundió, con sus pasajeros ricos y pobres, con sus ascensores...", dice
Leana. "Es todo un símbolo de la fragilidad humana".


Un símbolo que el próximo 14 de abril atracará en pleno secarral murciano.


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