James Goold, el abogado de España en el caso Odyssey, hace balance de la victoria en los tribunales de EE.UU.

James Goold ha representado a España en el caso Odyssey con contundencia. Pasa unos días en España, después de ganar el caso y del agotador viaje que realizó acompañando a las monedas a bordo de los Hércules que las trajeron el pasado sábado a Torrejón. Es momento de hacer balance. El agradecimiento que siente lo extiende a pesonas e instituciones, incluso cree que los medios, como ABC, han cumplido una función importante en el caso, concienciando a la sociedad sobre el valor patrimonial que el expolio había puesto en riesgo.
-¿Cuál ha sido el momento más difícil que ha vivido en este caso?
-Hubo momentos, ciertamente, cuando las jornadas de trabajo eran agotadoras y se extendían toda la madrugada, que resultaba muy difícil mantener el nivel de energía que el caso requería. Y también hubo momentos duros, cuando Odyssey pasó a lanzar ataques personales contra mí. Pero siempre que una compañía como Odyssey hace eso uno puede imaginar que lo hacen porque saben que tienen un grave problema, un gran problema legal.
-¿Cree que España tendrá que seguir personándose en los tribunales de EE.UU. si hay más casos de expolio?
-Creí hace diez años que los cazatesoros entenderían las consecuencias del caso del «Juno» y la «Galga», en el sentido de que resultaba un gran error por su parte excavar barcos de origen español sin permiso. Así que me sorprendío que Odyssey obviara ese precedente. Y ahora, después de la atención mundial que ha recibido el caso de la fragata «Mercedes», será que los cazatesoros viven en una cueva si todavía no se han enterado de que España está dispuesta a emprender acciones con todas sus consecuencias.
-No parece que Odyssey haya destacado por su «fair play»
-En muchos momentos a lo largo del caso y desde el principio, Odyssey declaró y realizó proposiciones que eran sencillamente ridículas. El Tribunal les ha dicho en varias ocasiones que tomaban decisiones ridículas. Un ejemplo, muy llamativo, es que Odyssey se empeñó en afirmar que ellos no sabían si el pecio era la «Mercedes», cuando habían estado buscando intensa y específicamente ese barco. Cientos de fotos y vídeos del yacimiento muestran claramente que era un barco español. Y hubo un momento en el que Odyssey incluso realizó una declaración a la Corte en la que además de afirmar que no sabían qué barco era, decían que posiblemente alguien había arrojado las monedas al agua por la borda, las que ellos habían encontrado. ¿Cómo alguien puede afirmar esto? Está más allá de mi capacidad de comprensión
-Tampoco el comportamiento de Odyssey ante la Corte ha sido muy correcto, ¿no?
-El 17 de febrero pasado Odyssey volvió a presentarse de un modo que el juez Pizzo dijo, y le cito, que era «ridículo». Desde ese día, todos los intentos de Odyssey de frenar el traspaso de las monedas fueron con argumentos que el juez volvió a encontrar ridículos.
-¿Y qué cree usted que harán ahora los cazatesoros, además de vivir en la cueva?
-No tengo ni idea. Nada de lo que pueda hacer esta compañía volverá a sorprenderme.
-Sabemos que miembros de la sociedad civil han hecho importantes contribuciones a la preparación del caso, con documentos y otras cuestiones. ¿Qué destacaría?
-Hay mucha gente. Por supuesto he de decir que hemos tenido un equipo estpectacular de funcionarios civiles, y los militares, capitaneados desde el Ministerio de Cultura; también una importante contribución desde departamentos de Justicia, Defensa, y de personas a título individual. En américa decimos que un abogado puede ser lo bueno que sea su cliente, así que yo he sido muy afortunado por tener un cliente como España y sus ciudadanos.
-¿Cree que España ha cerrado con este caso el acceso con fines comerciales a sus pecios históricos?
-Hemos mandado un mensaje muy fuerte centrado en que estos pecios son yacimientos históricos, como los de tierra dentro, y en muchas ocasiones cementerios de las personas que murieron. Y eso merece respeto.
-¿Ha sentido presión de los medios españoles durante el caso?
-El interés de los medios españoles ha logrado algo positivo, una reflexión muy apropiada sobre la necesidad de proteger el patrimonio subacuático. Es natural que ABC y otros medios hayan seguido el caso tan de cerca.
-¿Pero qué papel han tenido? Sin los medios, Odyssey seguramente habría intentado un arreglo.
-He dejado de intentar adivinar lo que hay en la cabeza de esa empresa. Frecuentemente me parece muy difícil incluso de entender.
-Pero usted dijo que Odyssey no creía que España llegaría hasta el final en la Justicia de EE.UU. Debían tener un plan para llegar a algún acuerdo. ¿Lo intentaron durante el caso?
-¿Llegar a un trato? No sé los propósitos de Odyssey. He visto sus comunicadoes en los medios, pero no entiendo su estrategia en absoluto. Creo que todo cumplía unos propósitos comerciales. Es lo único que le puedo asegurar.
-Ahora que conoce usted bien a Odyssey, ¿qué opina de que Gran Bretaña mantenga conratos con los cazatesoros?
-No puedo especular sobre eso. Ni hacerle comentarios
-¿Qué fue lo mejor del caso para usted?
-En los últimos días, personalmente, el momento más emotivo fue cuando el camión con las monedas salió de las instalaciones donde estaban custodiadas por Odyssey. En el momento que el camión salió a la calle, legalmente, la carga ya estaba en la custodia de España. Incluso ahora me produce emoción recordarlo.


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