Una de las ideas que más ha impactado en todo el mundo, se le ocurrió a Jason deCarires Taylor, un creador con una mente privilegiada que optó por decorar el fondo marino como si de la propia tierra se tratase. Más conocido como Under Water Sculpture, este Museo Subacuático de Arte se encuentra localizado en un lugar en donde las limpias aguas, y el fondo transparente no se encuentran en ningún otro lugar del planeta. Se trata de las aguas del Caribe, en la costa de Cancún, y alrededor de la isla de Granada.
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Con un proyecto comenzado en el año 2006, hoy en día se constituye como todo un éxito para el arte y para el submarinismo, ya que es una perfecta unión de belleza entre ambas. Con cerca de 400 esculturas a tamaño real, este museo submarino representa a diversos y variados miembros de la sociedad. Construidas con metal fundido, están compuestas también por PH neutro, para evitar de este modo que se dañe el ambiente acuático en la que se encuentran. Combinados con los distintos tipos de animales y plantas que allí conviven, se consigue una recreación totalmente extraordinaria que se une con el fondo del mar. Algo realmente increíble además por la posibilidad de realizar buceo y poder acercarse a estas fantásticas figuras.

La grandeza auténtica reside en la parte final. Cuando en el transcurso del tiempo, el medio marino se va adaptando a la aparición de estas múltiples figuras, es cuando se comienza a vislumbrar la auténtica maravilla marina. Al principio únicamente se habían colocado las grandes esculturas a tamaño real sobre las profundidades marinas. Sin embargo, a pesar de que ello ya resultaba increíblemente hermoso, la verdadera esencia de belleza llega cuando se fusiona la escultura con el mundo marino, creando a los buceadores la impresión de estar visitando un auténtico poblado bajo el mar.

Y como es de esperar, en todos los museos cada obra de arte recibe un nombre. Y no puede ser menos en este, aunque sea acuático. Las más conocidas, y las más espectaculares son las que reciben el nombre de Vicisitudes. Aquí se encuentran representadas 26 figuras de niños de distintos orígenes, unidos con las manos en forma de círculo. Además, buceando hasta encontrarse de cara con cada uno de ellos, se puede identificar la cultura y la etnia de la que proviene cada una de las representaciones.

Otra de las obras de más relevancia es la del Jardinero de la Esperanza. Se trata de una escultura de una persona tumbada sobre una mesa, rodeada de diversos maceteros, con una expresión de alegría e ilusión, en la que lo realmente admirable de la escultura, es que al principio estaban las macetas vacías. Y por obra y gracia de la madre naturaleza, poco a poco, año tras año, han ido creciendo dentro de ella diversas variedades de especies florales como si la espera del jardinero hubiese valido la pena. Una de las obras más destacadas sin duda.

Creaciones como esa son las que dominan las profundidades del mar del Caribe. Construyendo este poblado se puede encontrar a un hombre viendo la televisión, otro escribiendo a máquina, un niño tumbado sobre un coche u otro sentado sobre un cubo observando la basura. Una auténtica recreación a escala real de las diversas escalas que componen la vida. Toda una obra de arte que decora las profundidades de uno de los parajes más bellos de todo el mundo. Y es que las playas de Cancún, si ya eran de por sí mismas increíbles, ahora son del todo extraordinarias.

Puedes observar sus magníficas obras en el perfil de Facebook de Jason deCaires Taylor, el creador de este logro excepcional.

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