l¿Es el del pecio de «La Mercedes» el mayor tesoro rescatado?
-Es, desde luego lo que se dice y hasta hoy se cree que puede ser el mayor, pero aún tenemos tantísimoa buques hundidos. Queda bastante por documentar. Según los estudios realizados de patrimonio sumergido es el más rico.

l ¿Qué significa recuperar un patrimonio de este tipo?
-Desde un punto de vista sentimental, la misión se ha cumplido: hemos podido honrar a todos aquellos que muerieron a pocas millas de la costa. En segundo lugar, con este caso se marca también un punto y aparte en el respeto y la protección del patrimonio subacuático y crea jurisprudencia. No se puede intervenir de cualquier manera en un pecio, y menos engañando al Estado, y en tercer lugar nos ha ofrecido la posibilidad de conocer bien nuestro patrimonio documental, vital para ganar la causa.

l ¿Puede llevar esta sentencia a que Odyssey Marine Exploration se replantee su trabajo?
-Espero que sirva de referencia. Lo que es innegable es el espaldarazo que ha supuesto para la protección de los bienes sumergidos. Odyssey debería replantearse si en el futuro desean expoliar o colaborar.

l ¿Quedan en nuestras costas pecios sumergidos?
-Muchísimos, teniendo en cuenta la historia de nuestra Armada viajera. Según un registro de naufragios que empezamos en noviembre de 2011, con la subdirección de Defensa, llevamos documentados en los archivos de la Marina 980, de distinta consideración en función de su misión. Son naufragios de los siglos XVIII al XX.

l ¿Se puede vender el tesoro?
-No nos va a sacar de pobres y es patrimonio de la humanidad. No creo que haya intención de hacer dinero con él. Además, hay que ver lo que se ha rescatado y en qué condiciones está.

l ¿Pudo inflar Odyssey su valor, 500 millones de dólares?
-A lo mejor, o a lo peor, no cuesta ni la mitad, hay que esperar a que estudien los técnicos. A la compañía le interesaba mucho como estrategia, facilitar una cifra astronómica para que sus acciones cotizaran al alza.

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