Bueno, acá sabíamos algo de ello por cuanto algunas de las piezas originarias del antiguo Museo Municipal, el del Baluarte de la Concepción, proceden de trabajos arqueológicos subacuáticos o hallazgos casuales.
Nos dice la Asociación de Amigos de la Arqueología Subacuática (AAAS) que ésta es “ha recibido varios nombres a lo largo de toda la historia como hidroarqueología, arqueología submarina, arqueología marina, arqueología subacuática, etc. El campo de actuación de esta disciplina se encuentra en aguas interiores; lagos, ríos, pantanos; en mares y océanos; además, de diques y canales. A diferencia de la arqueología terrestre, en la arqueología submarina encontramos una ventaja principal, y es que los restos hallados tienen mejor conservación y son mas fáciles de aislar cronológicamente que en la superficie. Esto nos ofrece una mejor visión en general, tanto del contexto histórico del yacimiento como de las piezas en sí”.

Bueno, acá sabíamos algo de ello por cuanto algunas de las piezas originarias del antiguo Museo Municipal, el del Baluarte de la Concepción, proceden de trabajos arqueológicos subacuáticos o hallazgos casuales. El caso es que en una ciudad que se baña casi por sus cuatro costados, es conveniente que alguien nos ilustre y lo va a hacer el Real Club Marítimo de Melilla en su II Jornada Culturalo. La institución que preside Manuel Ángel Quevedo, siempre abierta a la cultura en todas sus expresiones se trae a Melilla a dos primeros espadas de la especialidad, la arqueología subacuática. Nada más que a Elisa de Cabo de la Vega, vinculada a la Administración Central del Estado y a Xavier Nieto, director del Museo Nacional de Arqueología Subacuática.

Nieto es doctor por la Universidad Autónoma de Barcelona y profesor asociado de la Universidad de Barcelona donde imparte la asignatura de arqueología náutica y subacuática. También pertenece al Patronato de Arqua, y participó como asesor en el proyecto expositivo de dicho Museo. Ha sido miembro del Consejo de Dirección del Museo de Arqueología de Cataluña y hasta la fecha desempeñaba el cargo de director del Centro de Arqueología Subacuática de Cataluña. En el ámbito internacional ha participado en proyectos del Consejo de Europa y Unesco vinculados con el patrimonio subacuático y en España es miembro de la Comisión Científica de desarrollo del Plan Nacional de Protección del Patrimonio Cultural Subacuático del Ministerio de Cultura.

Es una cultura tan cercana a Melilla que incluso, gracias al Club Marítimo, podría reinventarse e incluso, como dicen los amigos de AAAS, con el fin de completar la historia de Melilla. El caso es que, para entender de esta sugestiva ciencia, hay que ir al Club Marítimo. No nos falten.

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