Una investigación ha revelado detalles sobre las fumarolas volcánicas submarinas más profundas del mundo, que son del tipo de las conocidas como fumarolas negras, y que están a unos 5 kilómetros de profundidad en la Fosa de las Islas Caimán, ubicada al sur de dichas islas, situadas a unos 240 kilómetros al sur de Cuba, en aguas del Mar Caribe.
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Esos surtidores de agua a temperaturas que pueden rebasar los 450 grados centígrados, están a una profundidad que supera en aproximadamente 800 metros a la más honda de las fumarolas volcánicas submarinas vistas con anterioridad. Las fumarolas caribeñas disparan un chorro de agua cargada de minerales, que se eleva hasta más de un kilómetro de altura sobre el fondo oceánico.

A pesar de estas condiciones extremas, las fumarolas están pobladas por miles de miembros de una nueva especie de crustáceo que tiene un órgano sensible a la luz en su dorso. Y dado que hay más fumarolas negras en una montaña submarina cercana, el equipo del geoquímico marino Doug Connelly en el Centro Oceanográfico Nacional en Southampton, y el biólogo marino Jon Copley de la Universidad de Southampton, Reino Unido, cree que las fumarolas de las profundidades marítimas pueden ser más abundantes en el mundo de lo que se pensaba hasta ahora.

Los resultados del estudio culminan el trabajo de análisis efectuado por los investigadores desde la expedición que realizaron en 2010 a tan singular lugar. Utilizando un vehículo submarino para inmersiones profundas que es gobernado por control remoto, y que pertenece al buque de investigación James Cook, los científicos descubrieron delgadas agujas constituidas por minerales de hierro y cobre sobre el lecho oceánico, de las que brotaba agua tan caliente como para derretir plomo.

En esa expedición, se empleó un robot submarino llamado Autosub6000, desarrollado por un grupo de ingenieros en el Centro Oceanográfico Nacional en Southampton, para sondear con un nivel de detalle sin precedentes el lecho oceánico de la Fosa de las Caimán. El equipo también desplegó otro vehículo submarino de océano profundo llamado HyBIS, desarrollado por Bramley Murton y la compañía Hydro-Lek Ltd., para filmar por primera vez las fumarolas más profundas del mundo.

La presión a 5 kilómetros de profundidad en el fondo de la Fosa de las Caimán (500 veces la presión atmosférica normal) equivale al peso de un automóvil de tamaño grande presionando sobre cada centímetro cuadrado de las criaturas que ahí viven.

Las fumarolas de océano profundo son surtidores submarinos donde brota agua supercaliente del lecho oceánico. Fueron vistas por primera vez en el Pacífico hace tres décadas. La mayoría está a entre 1,5 y 3 kilómetros de profundidad. Los expertos están fascinados con estas fumarolas marinas profundas porque el agua hirviente que sale de ellas alimenta a insólitas colonias de criaturas de las profundidades, lo cual ha forzado a los científicos a reescribir las leyes de la biología. Estudiar las formas de vida que florecen en semejantes refugios proporciona nuevos conocimientos sobre los patrones de la vida marina en el mundo, sobre la posibilidad de vida en otros planetas, e incluso sobre cómo pudo comenzar la vida en la Tierra.

Connelly y sus colegas han encontrado una nueva especie de crustáceo que se congrega en grupos de hasta 2.000 miembros por metro cuadrado, en torno a las agujas minerales de seis metros de altura de las fumarolas. Sus análisis indican que, en vez de tener ojos normales, el crustáceo posee un órgano sensible a la luz en su dorso, que le puede ayudar a desplazarse en el entorno iluminado por el débil resplandor de estas fumarolas. Los investigadores han dado a este animal el nombre científico de Rimicaris hybisae, por el vehículo usado para recolectar a los ejemplares examinados.

El equipo planea regresar en 2013 a la Fosa de las Caimán, con Isis, un vehículo para inmersiones profundas gobernado por control remoto, que puede trabajar a profundidades de hasta seis kilómetros.

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