Un estudiante de 21 años del Instituto Marítimo Pesquero de Alicante tuvo que ser ingresado de urgencia en el Hospital Perpetuo de Socorro al haber sufrido un accidente durante unas prácticas de buceo cerca de la isla de Tabarca. El joven, matriculado en un curso de FP para sacarse la titulación de buceador profesional, pudo recuperarse tras pasar por la cámara hiperbárica, aunque ayer continuaba ingresado para comprobar si tenía agua en los pulmones.

Según explicó a este diario Sergio, estaba realizando una inmersión a 40 metros de profundidad junto a otros tres alumnos y el profesor instructor del curso. El accidente se produjo cuando "me dieron un aletazo y se me separó la boquilla del regulador. Tragué agua y me puse a toser, por lo que tragué más agua todavía", recordaba ayer el joven alumno. Sus compañeros reaccionaron poniéndole el regulador con aire, "pero al haber tragado agua ya no podía respirar".

A partir de este instante, explicó el joven hospitalizado, "me entró el pánico y realizamos un ascenso brusco" desde los 40 metros sin realizar las paradas preceptivas de descompresión. El profesor, Carlos Moreno, señaló que "se puso nervioso y le hice subir, aunque realizamos un ascenso demasiado rápido". En la superficie estaban las dos embarcaciones que llevaban, le suministraron oxígeno y en la más rápida llevaron a Sergio hasta el puerto de Alicante, donde esperaba una ambulancia que le condujo hasta el Perpetuo de Socorro, centro que dispone de una cámara hiperbárica para este tipo de accidentes de descompresión.

El profesor y otro alumno que acompañaron a Sergio en el ascenso realizaron una nueva inmersión para recuperarse haciendo las paradas de descompresión.

El curso de buceador profesional lo realizan una treintena de alumnos por año en el Instituto Marítimo Pesquero y hace cinco años que se prohibieron unas pruebas físicas que realizaban los profesores para seleccionar a los alumnos viendo sus aptitudes para ser buceadores. Fuentes del centro indicaron que la supresión de dichas pruebas se ha traducido en una "deficiencia enorme en la calidad de los alumnos". Las pruebas consistían en nadar 400 metros a braza, un minuto en apnea y un recorrido de 18 metros bajo el agua.