Los zifios bajan hasta los mil metros de profundidad para
alimentarse, según se ha puesto de manifiesto en un estudio que
investigadores de la Universidad de La Laguna, de la Universidad de
Aarhus (Dinamarca) y del Instituto Oceanográfico Woods Hole (Estados
Unidos) han hecho sobre estos depredadores.

Patricia Arranz, del
departamento de Biología Animal de la Universidad de La Laguna ha dicho
hoy a Efe que desde 2006 se sabía que los zifios se alimentaban por
medio de un ecolocalizador, pero hasta ahora se desconocía que bajan
hasta mil metros de profundidad para atrapar a sus presas.

El
estudio de los zifios entraña la dificultad de que se mueve a mucha
profundidad, por lo que para este estudio, que publica la revista Plos
One, los investigadores han equipado a nueve de estos animales con
marcas de grabación de sonido de alta resolución DTag.

La
investigación se ha llevado a cabo en aguas próximas a la isla canaria
de El Hierro con zifios de Blainville, y por medio de los aparatos de
alta resolución se ha rastreado el comportamiento de los animales y sus
respuestas a estímulos ambientales desde una perspectiva "increíble", se
indica en un comunicado de la Universidad de La Laguna.

Los
zifios pueden estar bajo el agua durante 65 minutos y con esta
investigación se ha visto que crean mapas acústicos para navegar, y
utilizan el fondo marino para orientarse y localizar zonas de
concentración de alimento en aguas profundas.

Durante los buceos,
los zifios emiten chasquidos ultrasónicos para buscar presas y una
combinación de zumbidos y series más rápidas de chasquidos para
capturarlas.

Para 535 de 974 de los zumbidos analizados en este
estudio (55 %), ha sido posible obtener información relativa al entorno
del animal mientras se alimentaba.

Así, los zifios realizan una
estrategia en la que combinan la captura de presas meso y
bentopelágicas, es decir, de diversas profundidades, incluso en una
misma inmersión, que se ve favorecida en zonas de escarpada pendiente
submarina, como El Hierro, donde ambos recursos se solapan.

Los
sonidos emitidos por estos mamíferos han permitido describir por primera
vez el comportamiento de un depredador de buceo profundo en el contexto
del entorno que lo rodea, a más de mil metros bajo la superficie, se
indica en el comunicado.

El zifio de Blainville (Mesoplodon
densirostris) es una de las especies de mamíferos marinos menos
conocidas y forma parte de los llamados cetáceos odontocetos.

Según
los investigadores, El Hierro es un lugar único para estudiar estos
zifios, por la abrupta pendiente de sus fondos submarinos y por la
presencia de poblaciones residentes durante el año.

El Hierro
representa además una de las zonas más importantes de cría y
alimentación para los zifios en Canarias y la reciente erupción
volcánica submarina afecta a su hábitat, por lo que investigadores de la
Universidad de La Laguna realizan un seguimiento para determinar el
impacto.


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