Defensa decidirá si el proyecto merece la inversión de 620.000 euros, aportados por Isen, pese al recorte general de gasto

El diseño de José Manuel Chacón incluye el Submarino de Peral como reclamo

Alrededor de tres meses de obras y la decisión, que debe tomar el Ministerio de Defensa, sobre la conveniencia de llevarlas a cabo es lo que separa al Museo Naval de completar sus instalaciones en su nueva sede del antiguo Cuartel de Instrucción de Marinería (CIM). El proyecto está valorado en 620.000 euros e incluye la exposición del Submarino de Peral como gran atracción central.
A 2.850 metros cuadrados asciende la superficie útil con la que cuenta el director José Jorge Madrid García, al sumar los 1.750 de los que dispone en la planta baja del edificio principal y los 1.100 del taller de calderería, conocido equivocadamente como las atarazanas.
Esta construcción es la que está situada al otro lado de la plaza que hace tres años fue reformada con fondos del Plan E, en virtud de una planificación obra de Andrés Cánovas, que la pobló de palmeras y bancos. Con la adecuación interior, que reserva sitio para el Submarino de Peral, este edificio se convertiría en la principal atracción del museo y un lugar relevante en el mapa turístico local. La obra para acondicionarlo como pabellón de grandes piezas ha sido presupuestada en algo más de 400.000 euros.
El autor del proyecto es José Manuel Chacón, que ya convirtió el edificio principal del CIM en sede para la UPCT. El proyecto, entregado a finales del año pasado a Defensa, se limita a contemplar el recubrimiento de los arcos exteriores con cristal de seguridad, la disposición de los sistemas de climatización necesarios y la musealización de su interior. Lo más importante es saber si el Submarino de Peral podrá ser restaurado para formar parte de la exposición. Un módulo de nueva construcción unirá este pabellón con el más pequeño que está situado junto al cantil de la dársena del Arsenal.
Esa especie de vestíbulo de recepción daría paso, a mano derecha, a la gran nave del mencionado pabellón de grandes piezas, en el que se expondrían los submarinos 'Foca' y 'Tiburón', que se encuentran actualmente en la explanada de la base de submarinos, dentro del Arsenal Militar. Ambos buques en desuso flanquearían el sumergible que ahora está en el paseo del Muelle, donde su deterioro es creciente.
Escoltando a los tres submarinos habría un torpedo Whitehead Schwarzkopf; un cañón Rheinmetal Borsig, que sirvió de pieza antiaérea en un submarino cedido por las alemanes antes de que existiera la serie S-60, y la torreta de buceo que formaba parte del 'Poseidón'. El proyectil está actualmente en el vestíbulo del edificio de la base de submarinos, mientras que la pieza artillera y la campana de buceo forman parte ya de los fondos museográfico en la antigua sede del Naval.
El edificio que quedará a la izquierda del nuevo vestíbulo, junto al cantil del muelle, será cedido a la Universidad de Murcia para que instale allí una cátedra de enseñanza sobre materias relacionadas con el sector naval. Por eso, la Armada se limitaría a ceder las instalaciones, cuyo acondicionamiento sería cosa de la institución académica. En cuanto al edificio en el que ya funciona el Museo Naval, los planes de adecuación que prevé José Manuel Chacón supondrán una inversión de unos 200.000 euros.
Madrid García tiene pensado dividir la exposición en un área sobre submarinos y arma submarina, en el ala situada junto a la plaza de palmeras; otra de construcción naval, en el principio del la contraria, y varias zonas más pequeñas para las piezas relativas a la navegación y las ciencias náuticas y para las de sanidad naval, en el extremo que da a la calle. Todo ello irá apoyado por una serie de paneles audiovisuales entre los que destacará, por ejemplo, «uno para recrear lo que pasa en un puente de mando», indicó.
Por último, indicó que no ha abandonado el proyecto de poblar la barbeta que da al mar con las antiguas piezas de artillería con las que cuenta el Museo.
Esperando la decisión
Pero todos los planes de Madrid García están supeditados a la decisión de los responsables de la Dirección General de Infraestructuras de Defensa, que analizan el proyecto y tendrán la última palabra.
La idea barajada inicialmente es que los 620.000 euros necesarios salgan del canon que pagarán la fundación de enseñanza Isen por convertir en aulario para clases de formación la antigua sede del Museo Naval, en la calle Menéndez Pelayo, junto a Comisaría. Pero ese plan también está pendiente de ratificación por parte de los nuevos responsables ministeriales. Además, el traslado y la restauración completa del Submarino de Peral necesitará financiación distinta que la Armada busca en estos momentos. Los expertos aseguran que esta última operación puede rondar también el medio millón de euros.

PRESUPUESTO

420.000
euros costaría lo que el Museo Naval quiere hacer en el antiguo taller de calderería
200.000
euros supone la musealización del bajo que ocupa el Museo en el antiguo edificio del CIM

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