ICP admite que conocía de su existencia en un lote baldío de Hato Rey

El Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) conocía de la existencia y la ubicación desde hace año y medio del cañón, posiblemente español, que fuera encontrado ayer en un lote de la urbanización Santa Juanita tras ser removido la semana pasada del predio en que se encontraba: las antiguas instalaciones del Departamento de Servicios contra la Adicción en Hato Rey.
El arqueólogo Juan Vera Vega, director de la División de Arqueología Subacuática del ICP, explicó que el cañón fue adquirido durante el periodo de la invasión norteamericana a Puerto Rico por un médico propietario de un hospital que se encontraba enclavado en el lugar. Esa, por lo menos, es la versión de los familiares del galeno, cuyo nombre Vera Vega no recordó.
"El hospital lo tenía como decoración", dijo el experto arqueólogo.
A pesar de saber de la existencia del cañón, no fue hasta diciembre que fueron a visitarlo con la intención de removerlo el 23 de diciembre del lugar, que estaba totalmente cubierto por la maleza. Sin embargo, al no haber una grúa disponible se decidó posponer el trabajo.
¿Por qué esperaron tanto tiempo para buscar el cañón?, se le preguntó.
"Sabíamos del cañón desde mucho antes. Puede ser año o año y medio, pero había que identificar al dueño y esa información no se tenía a la mano", respondió Vera Vega.
Cuando se le insistió, el arqueólogo dijo que el asunto era "más complicado que eso".
"Estas piezas cuando asumes físicamente su control tienes responsabilidad de conservarla. Eso conlleva una gran cantidad de dinero y por la situación que enfrenta el Gobierno en general...", abundó.
Vera Vega argumentó que el ICP tampoco tenía el equipo necesario para mover la pieza histórica y que tenían que hacer la coordinación necesaria para hacer el trabajo de remoción.
Curiosamente, ese fue el trabajo que hizo casi inmediatamente la compañía de jardinería en cuyo lote fue encontrado ayer en la mañana el cañón.
Según el agente Ángel Negrón Maldonado, de la División de Propiedad del CIC de San Juan, los propietarios de la compañía de jardinería -a los que no identificó- explicaron que por solicitud del Banco Gubernamental de Fomento limpiaron el lote el 24 de diciembre y que varias personas al observar por primera vez en décadas el cañón decidieron tomarle fotos y hasta ofrecer dinero por el mismo.
"Hasta les ofrecieron $300", dijo el agente.
Dos días después, empleados la compañía volvieron al lugar y notaron que los que habían ofrecido el dinero intentaban llevárselo. Al estos huir, la compañía montó el cañón en una guagua y se lo llevaron a un lote de su propiedad en Santa Juanita.
¿Ustedes les dan credibilidad a esta versión?, se le preguntó al agente.
"Sí. Ahora mismo está intacto en una esquina. Él (el propietario) llamó desde el viernes a la agencia (el BGF) pero como estaba cerrada...".
Ayer en la tarde el cañón sería trasladado finalmente a los almacenes del ICP en el Viejo San Juan.
De hecho, el arqueólogo Vera Vega explicó que hace año y medio o dos años se encontraron en la zona marítimo terrestre frente al muelle 6 en el Viejo San Juan dos cañónes y tres anclas, todas piezas del siglo 19. Se estima que los cañones pesan unas 10,000 libras. Por falta de fondos para preservarlos fuera del agua se decidió enterrarlos.
"Si los sacamos es contraproducente porque el óxido los puede dañar. Hay que construir unos tanques de acero y esto sale en miles y miles de dólares", dijo Vera Vega quien recordó que hay cañones de la época colonial española en estacionamientos y plazas públicas.



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