Hasta el mes de marzo estos mamíferos permanecerán en las aguas de Bahía de Banderas, convirtiéndose en un atractivo para los turistas

Dio inicio la temporada de avistamiento de ballenas jorobadas en Bahía de Banderas, en Nayarit, convirtiendo a este espectáculo natural en uno de los principales atractivos del destino durante los próximos meses.
El mar de Bahía de Banderas, ubicado entre el estado de Nayarit y Jalisco y en cuyas costas se encuentra Puerto Vallarta, ofrece la posibilidad de disfrutar de este atractivo, donde operadores de servicios de ecoturismo ofrecen recorridos guiados por especialistas en el comportamiento y protección de estos mamíferos.
La ballena jorobada es la quinta especie más grande de las ballenas, alcanza un peso de 45 mil kilogramos, mide entre 15 y 17 metros de longitud y tiene una expectativa de vida de 40 años promedio, mientras que sus crías pesan 1.5 toneladas y miden alrededor de cuatro a cinco metros.
Estos animales protagonizan una vez más una de las migraciones del mundo animal más esperadas en el litoral del Pacífico mexicano. Su larga trayectoria es de aproximadamente cinco mil 600 kilómetros, desde el norte de América, con una velocidad de siete kilómetros por hora.
El motivo de su llegada es para dar a luz a sus crías o aparearse en la calidez y tranquilidad de las aguas del océano Pacífico.
El periodo de gestación dura 11 meses. Después de que la cría nace la madre se queda cerca de la costa para poder amamantarla. Muchas veces son acompañadas por su “escolta”, otra ballena macho que las cuida.
En verano, esta especie se alimenta de bancos de pequeños peces como el arenque o sardinas, que contienen los suficientes nutrientes para sobrevivir al invierno. Cuando las ballenas migran al Ártico, básicamente se alimentan de krill, consumiendo cerca de una tonelada y media por día.
La ballena jorobada se comunica por medio de señales acústicas, emitiendo frecuencias más altas y bajas de las que el ser humano puede escuchar. Los cantos que expresan los machos están relacionados con el cortejo sexual y el control del grupo.
Por otra parte, las corrientes, cambios de temperatura y los campos magnéticos, son otras formas de comunicación que les sirven para encontrar su camino hacia el alimento y a sus crías.
Debido al tamaño de la ballena jorobada y a que tienden a agruparse cerca de las costas, pueden ser fácilmente vistas desde tierra, mar o aire. Estos cetáceos permanecerán en Bahía de Banderas hasta marzo de este año.
Si de barcos se trata
Además del avistamiento de las ballenas, en Puerto Vallarta es posible tomar un barco pirata, que recorre la bahía hasta llegar a Majahuitas con un show para toda la familia. Allí es posible disfrutar de aguas transparentes, ideales para nadar y utilizar los kayaks que se rentan en la zona.
También se encuentra el barco que va a Caletas, una playa privada con un restaurante y spa privado, especial para relajarse. Asimismo, su playa es concurrida para practicar el esnórquel y nadar con leones marinos.
Otra de las actividades que es posible realizar en los paseos en barco es navegar hacia el Parque Ecológico Los Arcos, formado por varias pequeñas islas con arrecifes profundos de aproximadamente 25 metros de altura, especial para la práctica del buceo y el esnórquel, ya que varias especies marinas se localizan en sus aguas. Además, en el área se reproducen pelícanos y pájaros bobos, entre otras aves. Desde 1984 es considerado Parque Natural Marino.
Las embarcaciones que parten de Boca de Tomatlán pueden llevar a sus pasajeros a playas como Las Ánimas, una playa de gran vegetación tropical; Quimixto, perfecta para la pesca y los baños de sol, lo que asegura un día de diversión y descanso, y Yelapa, una pintoresca playa de arena blanca, rodeada por montañas. Un lugar al que sólo se puede llegar luego de dos horas de navegación.
Además de disfrutar del Pacífico, una actividad imperdible en Puerto Vallarta es la cabalgata de 30 minutos hacia una ruidosa cascada de 50 metros de altura.


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