La enorme diversidad e importancia de muchos de sus encantos y atracciones hace que Grecia esté considerado un país completo y seductor para gran parte del entorno turístico a nivel mundial. Al incalculable valor que representan cuestiones como la historia, la arquitectura, la mitología, la gastronomía y la cultura en general se suman las maravillas naturales. Y en ese aspecto, miles de islas relucen en las cercanías de los mares Mediterráneo y Egeo, donde es posible disfrutar de actividades sumamente interesantes y especiales como el buceo. A continuación, diez recomendaciones para los amantes de las preciosidades que las aguas marinas atesoran en sus profundidades.
1 Santorini: ubicada en el sur del Mar Egeo y a unos 200 kilómetros del territorio continental, Santorini es uno de los archipiélagos más populares de Grecia y cuenta con la particularidad de estar formado por islas volcánicas. A propósito, su fondo esconde cráteres y restos de antiguos naufragios, al tiempo que la colorida vida marina y sus singulares cuevas lo convierten en un lugar realmente único.
2 Siros: es una pequeña isla emplazada en el Archipiélago de las Cícladas que se baña en las cristalinas aguas del bellísimo Mar Egeo. Además de las típicas e impresionantes cuevas que predominan en toda la región, Siros alberga también alberga naufragios y arrecifes de coral que se vuelven un auténtico regocijo visual. Se trata de un lugar ideal para los buzos que ya tienen cierta experiencia en este deporte.
3 Mykonos: siendo uno de los principales destinos turísticos del país, la isla de Mykonos dispone de una completa, segura y eficiente infraestructura para los visitantes adeptos al buceo. Con un genuino paraíso submarino en sus entrañas, surge como una muy buena oportunidad para quienes están interesados en dar sus primeros pasos en el mundo de esta actividad por demás atractiva. Según los especialistas en el tema, por la temperatura del agua y la visibilidad, septiembre es el mes indicado para calzarse el equipo de buzo en el esplendor de Mykonos.
4 Kalymnos: parte del Archipiélago del Dodecaneso, frente a la costa sudoeste de Turquía, la isla de Kalymnos (o Kálimnos, en español) es reconocida desde tiempos inmemoriales por sus pescadores de esponjas, las cuales podrían definirse como especies acuáticas que viven adheridas a los fondos oceánicos. Tan populares han sido estas esponjas en la antigüedad que incluso fueron aludidas por Homero en la Ilíada y la Odisea. A partir del edén que constituyen sus abismos marinos, existen varios centros de buceo a cargo de expertos en el asunto que preparan cursos aptos para toda la familia.
5 Naxos: perteneciente a las Cícladas, al igual que Siros, Naxos reúne imponentes naufragios (un bombardero de torpedos de la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo) y la posibilidad de percibirlos mejor que en otras latitudes, ya que se puede alcanzar una visibilidad de hasta 30 metros. De esa manera, la claridad, luminosidad y transparencia permiten disfrutar notablemente de lo mencionado y también de otros aspectos como la fauna marina característica de la zona.
6Koufonisi: situada al sur de Creta, más precisamente en el Mar de Libia, que es parte del Mediterráneo, la pequeña isla de Koufonisi brinda un paisaje verdaderamente exclusivo para los aficionados al buceo. Aproximadamente a tres kilómetros del pintoresco pueblito de Chora, emerge un espacio dominado por un panorama rocoso y lagunas muy bonitas. Asimismo, un poco más lejos, se encuentra el islote llamado Kato Koufonisi, que regala hermosas fusiones de colores como para deleitarse tanto sumergido como fuera del agua.
7 Isla de Chios: traducida al español como Isla de Quíos, tiene la curiosidad de hallarse más cerca de Turquía que de Grecia. Con el azul intenso como propiedad número uno, este sitio propone la visita de distintas cuevas y paredes en un contexto donde la enorme variedad de peces es notoria. Además de lo clásico, hay un espectacular precipicio de alrededor de 30 metros en el que pueden observarse gorgonias multicolores e incluso tortugas marinas.
8 Creta: aquí, otro de los rincones más populares de Grecia. Como si fuese poco, Creta es la isla más grande del país helénico y una de las más importantes en todo el Mar Mediterráneo. Entre otras cosas, sobresale por la marcada limpidez de sus aguas. Y en base a ello, los buceadores que eligen su magia logran apreciar -a corta distancia- especies como el atún de aleta azul. Paralelamente, en el recorrido que incluye magníficas cuevas y cañones también es posible acceder a un avión de caza alemán de la Segunda Guerra Mundial.
9 Rodas: para muchos entendidos, la isla de Rodas, en el Archipiélago del Dodecaneso, es una de las mejores opciones para la práctica del buceo. Lo ideal es acercarse al mismo puerto y coger uno de los barcos especializados que llevan a los buzos a la cala llamada Kalithea. Una vez bajo el agua, reluce la mixtura única que deriva de tamaña mezcla de colores. Al igual que en otros de los lugares detallados anteriormente, las cuevas conforman uno de los toques significativos y elocuentes de la esencia submarina.
10 Zakynthos (Zante o Zacinto): miembro del grupo de las Islas Jónicas, Zakynthos cuenta con una muy buena reputación en lo que refiere a la opinión de los buzos que la han visitado. Playas solitarias y aguas diáfanas de un turquesa impactante hacen de Zakynthos un espacio soñado para quienes pretenden hacer sus primeras armas en el buceo o tomar fotografías submarinas (el alto grado de visibilidad ayuda muchísimo). La pluralidad en cuanto a fauna y tonalidades es la marca registrada bajo el agua.


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