Desde los inicios del buceo esté ha estado ligado a la búsqueda de naufragios o piezas importantes de estos, como lo son las anclas o otros elementos esenciales de la navegación, producto de catástrofes naturales o de la braveza del mar por lo general. Todos elementos que han quedado bajo agua en las más diversas profundidades del mar o incluso en lagos en algunos casos, lo que ocasiono que el hombre se viera en la obligación de sumergirse en esas aguas para rescatar aquellas cosas perdidas de tanto valor para un hombre de mar.
Pero como el mar no tiene las mismas condiciones medioambientales en todas las partes del mundo, aquella búsqueda que comienza en los archivos, al llegar al mar se transforma en un proceso lento y frustrante de acuerdo a donde se realice la búsqueda,debido a que en mares donde esté tiene condiciones adversas, ya sea por la temperatura, visibilidad y profundidad principalmente, la búsqueda se transforma muchas veces en lento y tedioso avanzar.
Pero sin duda esa búsqueda bajo agua es una de las mayores aventuras para un buzo, pues lo somete a utilizar al máximo sus capacidades profesionales y personales para enfrentarse al mar. Lo cual hace ir al buzo donde nunca se hubiese imaginado y lo hace realizar tareas extraordinarias, que su cuerpo ira sintiendo cada vez que adentra en las profundidades. Es en esta búsqueda en condiciones adversas, en la cual el buzo debe ampliar su tiempo de permanencia bajo agua, el tiempo de fondo, lo que ocasiona que el nitrógeno residual aumente en la medida que se este bajo agua y a mayor profundidad.
Ocasionando con lo anterior que el buzo deba efectuar normalmente buceos con descompresión al recorrer o visitar naufragios en aguas de condiciones medio ambientales adversas, como lo es en Chile, es por ello que los buzos que efectúan esta actividad deben poseer un gran conocimiento teórico del buceo y excelentes habilidades y destrezas submarinas, objeto desenvolverse adecuadamente bajo agua.
Las paradas de descompresión o deco, son sin duda un momento complejo al ser realizadas cuando un equipo de buzos se encuentra en aguas adversas, es por ello que es esencial en estos casos contar con una línea guía, elementos luminosos en los buzos (strober, cyalumen, etc.), y un equipamiento adecuado ante una separación.
Para toda descompresión una condición segura es cuando los buzos están en un contacto visual y son capaces de llegar a otro solo en un par de segundos, esto es necesario ante un desmayo, intoxicación u otra eventualidad. Es por ello que los buzos nunca deben estar lejos o sueltas de la línea guía, a veces cuando son muchos buzos algunos utilizan un cabo para hacerse firme a la línea guía y así alejarse un poco sin perder nunca el contacto.
Ahora bien cuando la visibilidad es muy mala o la corriente es fuerte es necesario que todos los buzos estén muy juntos para ayudarse ante cualquier eventualidad, aquí la mantención de la profundidad es fundamental para evitar golpearse en la cabeza con el equipo de otro buzo.
Con mis buddys de buceo llevamos bastante tiempo buceando en naufragios en condiciones adversas, pero con el placer de estar generando un interesante material para el proyecto sobre el “Encuentro con los Naufragios de Chile”, a través de la historia de los naufragios y del registro visual que estamos haciendo, a esto sumamos unos amigos que se nos han incorporado a la aventura de sumergirse entre medio de esos restos perdidos en las profundidades e incluso algunos olvidados por la historia. Sin duda el triunvirato de la búsqueda, naufragios y descompresión es un tema complejo para un explorador de las profundidades del mar, pero por ello mismo se transforma en un pilar fundamental en la motivación de ir más allá y donde nadie más ha ido.
Hasta la próxima, Daniel Malfanti.

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