El dragado que Portos de Galicia está efectuando en la ría de Ribadeo está generando una gran inquietud vecinal por los daños que podría causar a los restos arqueológicos submarinos que se encuentran en los fondos del estuario y que precisamente acaban de ser inventariados por un departamento diferente del Gobierno autonómico del que está haciendo el dragado, que es la Consellería de Cultura a través de Patrimonio.
El presidente de la asociación de vecinos O Tesón, Pancho Campos Dorado, cree que «a estas alturas do Cabo Torres non queda nada de nada» y califica lo que se está haciendo de «un verdadeiro descalabro, un auténtico desatino» y añade que es especialmente grave porque «o está facendo unha Administración con total consciencia do que está facendo. Como son dous departamentos, estanse tapando a si mesmos».
Uno de los riesgos que advierten y que Campos ve especialmente peligroso es que el dragado continúe avanzando hacia el norte por el canal «porque conforme se acheguen a Porcillán os restos van ser moito máis abundantes» y apunta que se da la paradoja «de que ti non podes nin meter a man alí, incluso con boas intencións, porque che cae unha multa importante como toques algo, e resulta que eles meten alí nada menos que unha draga. A ver como se entende eso».
Como muestra de la abundancia de restos, el presidente del colectivo vecinal recuerda que desde el siglo XVII en adelante «alí descargábase cunhas grúas primitivas que non eran grúas nin nada parecido. Caían cousas á ría e non lles daban importancia, e está todo sembrado de restos ós que non se lles fai nin caso».
Cultura
Fuentes oficiales de la Consellería de Cultura ven las cosas de forma diferente y aunque declinaron detallar por el momento el inventario de los restos localizados por los submarinistas de Argos sí aseguraron que «Portos de Galicia nos informa de que o dragado se está efectuando estrictamente na zona do canal de acceso a Mirasol nas inmediacións dese peirao».
No obstante, a ello añaden dichas fuentes que tienen a un arqueólogo submarino vigilando expresamente el dragado para que no se produzca ningún tipo de problema.
A pesar de ello, el dragado previsto en Ribadeo es muy amplio y Campos dice que es peligroso en sí mismo «porque hai que pensar que todo é un desastre desde o principio, porque os diques fixéronse ó lado do canal, non hai nin tres metros de distancia, entonces claro, agora é moi difícil solucionar eso e estamos sufrindo as consecuencias».


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