Eso es lo que nos cuenta un señor que se llama Markus Thompson, via “Fotoactualidad” con original en “Engadget”.
Pulsa en la imagen para verla en tamaño completo

Nombre: Canon-1000D-un-a%C3%B1o-sumergida.jpg
Visitas: 7
Tamaño: 54.1 KB
ID: 8212


Resulta que este hombre se encontró en la isla de Vancouver una cámara Canon EOS 1000D que tenía dentro una tarjeta SD SanDisk Extreme III, y resulta que pudo leer las fotos que tenía dentro. Había 50, y de ahí pudo sacar que las imágenes eran de hace un año.
Gracias a internet se logró localizar al dueño, que resultó ser un bombero, que es el que aparece en las imágenes recuperadas.
Realmente una tarjeta dentro no tiene más que uno o varios chips. Estos no tienen ningún problema para sobrevivir bajo el agua. El problema está en las pistas del circuito impreso de la tarjeta. No obstante, si la tarjeta ha sido barnizada con un buen barniz, tampoco es una proeza que pueda sobrevivir a la corrosión durante un tiempo. Si a eso le añadimos que los contactos llevan una fina capa de “oro”, pues todo en conjunto es una proeza que ya no parece tan rara ¿no?
No seáis malos. Todos estáis pensando que pasó con la cámara ¿ no ? Pues eso. La cámara siguió al pie de la letra su inexorable destino, confirmó que la 1000D (ni ninguna) está perfectamente sellada a la intemperie, y quedó totalmente destrozada por la corrosión marina.
Info en Fotoactualidad ; Original en Engadget


http://www.fotochismes.com