No importa cuánto dinero se gaste en campañas publicitarias para revertir la mala imagen de México, no es suficiente que el Ejecutivo federal se lance de un paracaídas o practique buceo para promocionar las grandes riquezas turísticas del país, si no es capaz de poner orden en el ramo mediante adecuado marco regulatorio, como es la elaboración, publicación y puesta en marcha del reglamento de la Ley General de Turismo.
La diputada del PRD Lizbeth García Coronado hizo esa observación al informar que propondrá que se exhorte a la Secretaría de Turismo a publicar y expedir ese reglamento, lo que no ha hecho a pesar de que ya tiene más de dos años de aprobado.
La perredista recordó que “el primer pretexto para posponer no sólo su publicación, sino su elaboración, fue que a finales de 2009 el Ejecutivo federal propuso suprimir la cabeza del sector, Sectur, ante lo cual el entonces titular afirmó que en 2010 se elaboraría mediante el reglamento y estaría listo ese mismo año”.
Al cambio del titular de la dependencia federal, y con la nueva administración de la Sectur se esperaba que fuer publicación, y a la fecha no se hace.
En febrero anterior, medinte la Comisión de Turismo de la Cámara de Diputados se solicitó a Gloria Guevara la publicación del reglamento, enfatizando la importancia del mismo, ya que a partir de éste se estructuraría la operación de la ley, es decir, la penalización y las acciones de la dependencia para supervisar y regular a todos los involucrados en el ramo.
Como respuesta, en mayo de este año el subsecretario de Innovación y Calidad indicó que la propuesta de reglamento se encontraba en la Comisión Federal de Mejora Regulatoria, pero “estamos por concluir el año sin que exista una respuesta positiva, como consecuencia se tiene un desorden en el ramo”.
García Coronado cita como ejemplo del desorden en el rubro, que cada prestador de servicio se clasifica sin que tenga la clara concordancia con la calidad de los servicios ofrecidos, lo que se traduce en descontento por parte de los consumidores, tanto nacionales como internacionales, ya que lo ofrecido no es lo que se recibe; pero se tiene que pagar como si la oferta hubiera sido cumplida.
El reto, incentivar el turismoAl participar en la clausura del XXI Congreso Panamericano de Escuelas de Hotelería, Gastronomía y Turismo de la Conpeht, en la ciudad de San Salvador, el presidente de la Confederación Nacional Turística (CNT), Miguel Torruco Marqués, dijo que los países de la región cuentan con todo para seguir sorprendiendo a un viajero cada vez más informado y exigente, ante un mercado más competido.
“De ahí el enorme reto de pasar de la eterna planeación a los programas concretos, de los discursos triunfalistas a las acciones específicas y de las ocurrencias viscerales a la implementación de medidas que proporcionen la máxima satisfacción del turista, sólo así lograremos el éxito, como región, en esta prioritaria actividad”.
Torruco Marqués, fundador y presidente honorario vitalicio de la Confederación Panamericana de Escuelas de Hotelería, Gastronomía y Turismo (Conpeht) añadió ante 600 delegados de 20 países de América y España, que esto no se puede lograr sin el factor humano, que es la piedra angular de todo sector productivo de la economía.
“Por ello, los alumnos y egresados de las diferentes disciplinas del turismo, hotelería y gastronomía jugamos un papel fundamental en el éxito de este sector”.
Mencionó que en el caso específico de Centroamérica, se estima que sus siete países captarán alrededor de 12.5 millones de turistas para el 2012, lo que significaría un incremento de 1.5 millones de visitantes con relación a lo estimado para el cierre del presente año, cifras que se dieron a conocer recientemente en el marco del Travel Market 2011, feria turística de la región celebrada recientemente en Panamá.
Este crecimiento previsto será resultado de las inversiones en promoción e infraestructura, el desarrollo de una oferta turística más atractiva como la Ruta Maya, así como a una mejor conectividad, expresó.
Destacó asimismo que México forma parte de la estrategia turística multidestino de Centroamérica a través de la Ruta Maya, que se promueve como un producto turístico único, integrado por el sureste mexicano, Guatemala, Belice, Honduras y El Salvador, pero que puede favorecer a otros países.
Este producto ha sido fundamental en el posicionamiento de la región en mercados emisores de primera línea con una oferta conjunta al aprovechar las fortalezas de cada país.
Por lo anterior, apuntó, nuestras naciones deben realizar todavía un mayor esfuerzo en lo relativo a la conectividad aérea, simplificación de expedición de visas, promoción testimonial y acciones enfocadas a las relaciones públicas para reducir una generalizada percepción de inseguridad.
Por otro lado, Torruco recordó que la Organización Mundial de Turismo (OMT) ha reconocido que los países que menos graven al sector turismo serán los que se favorezcan más de esta noble pero sensible actividad.
Hay que evitar cargos absurdos para que los turistas vengan a nuestros destinos, puntualizó; lo que es imperativo hacer, es integrar el producto y hacerlo más variado y atractivo para incrementar la derrama per cápita. "Hay que aprender a explotar el turismo y no al turista".
Hoy más que nunca es necesario considerar que las previsiones de la OMT para nuestro continente indican una contracción del 14 por ciento de las corrientes turísticas internacionales para los años venideros, con un crecimiento inferior al 4 por ciento anual.
Por ello, insistió, debemos tener presente que las naciones que se han consolidado como potencias turísticas han transitado de Estados controladores a promotores, que es donde se ubica toda América Latina, pero falta dar el tercer paso, a estados facilitadores de la actividad turística.
“Quien no lo logre se irá rezagando y continuará perdiendo posicionamiento en el ámbito internacional en materia de captación de divisas, que es como se mide la potencialidad turística de una nación”, advirtió.

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