Las Formigues son unos pequeños islotes rocosos rodeados de una gran riqueza natural. El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino planeaba crear una reserva marina en la zona, pero la falta de fondos se ha llevado el proyecto por delante, según explicó el subdelegado del Gobierno en Girona, Francesc Francisco-Busquets. El ministerio asegura que no puede asumir los 500.000 euros mensuales que costaría mantener una reserva de 3.580 hectáreas frente a Palamós, Calonge, Mont-ras y Palafrugell. El proyecto planeaba dos zonas de usos restringidos alrededor de las islas Formigues y los Ullastres. Solo se permitiría el buceo recreativo, con cupos establecidos y actividades científicas.

El último borrador de la orden ministerial prohíbe en el resto de las zonas la pesca submarina, de arrastre, con cerco o palangre; las inmersiones nocturnas, y la extracción de coral u otras especies de fauna o flora. La pesca marítima profesional se permite a un grupo de pescadores con licencia, y la de embarcación de recreo, si se realiza con curricán, potera o volantín. Los principales interesados en la reserva son los pescadores artesanales de Palamós, que argumentan que la pesca submarina y la que se realiza con pequeñas embarcaciones está depredando el mar.
"En esa zona viven 50 especies y tiene un gran valor ecológico", afirma Juan Alegret, director de la Cátedra de Estudios Marinos de Palamós. Pero la oposición del sector náutico, recreativo y turístico fue feroz. Además, dice Alegret, la Generalitat no tiene competencias en la zona: al ser aguas exteriores, corresponden al ministerio.


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