Con paisajes del sureste mexicano, su vegetación y fauna exótica, Chetumal cuenta con todos los servicios de una gran ciudad, pero con la tranquilidad y modernidad ideales para descansar, disfrutar de paisajes maravillosos, recorrer el tiempo a través de las huellas de la historia y convivir con la naturaleza que brinda el Caribe Mexicano.
Su ubicación geográfica en el centro de la región y junto a la desembocadura del fronterizo río Hondo es inmejorable. La hermosa bahía de Chetumal es un prodigio soslayado. Sus lagunas costeras, islas y amplios manglares, así como sus aguas de tono verde esmeralda cobijan un hervidero de vida silvestre y algunas maravillas creadas por el hombre.
Los rincones dignos de una visita son muchos más de lo que podría pensarse, desde sus variados monumentos art déco, hasta sus museos y su espléndido malecón.
Más allá de sus valiosos alrededores, Chetumal, sin duda, amerita el viaje. Ahí mismo puedes conocer: El monumento al Renacimiento, el parque del Renacimiento, el Palacio de Justicia, la Explanada de la Bandera, el Palacio de Gobierno, el muelle Fiscal, la maqueta de Payo Obispo, el monumento al Pescador y el Palacio Legislativo.
Además no puedes perderte el Corredor Escultórico del Blvd. Bahía, el Faro, la Concha Acústica, la Fuente de los Manatíes, especie protegida de esta región, la Ex Escuela Socialista Belisario Domínguez, el Museo de la Ciudad de Chetumal, el Hospital Morelos y el fabuloso Museo de la Cultura Maya.
La Bahía de Chetumal ofrece una vista maravillosa de tranquilidad, bajo un clima cálido y acogedor que se recorre de un lado a otro, mostrando sus maravillas y si quieres asombrarte, a muy poco tiempo del centro de la Ciudad, se encuentra la Laguna de Bacalar, conocida como la Laguna de los 7 colores, hermosa, tranquila y realmente asombrosa.
Y ni qué decir de la gastronomía, deliciosos platillos a base sobre todo de pescados y mariscos, frescos, hacen una delicia acompañados de la rica y fresca agua de coco ¿se le antojaron? Una golosina clásica y deliciosa de Chetumal es el “machacado”, una suerte de raspado de hielo dulce.
Se prepara con fruta natural, que puede ser plátano, piña, papaya, sandía, nanche o durazno; o bien con cebada, cacahuate u otras frutas secas. Encima se agrega leche condensada.
Vestigios de una de las más grandes culturas como lo fue la maya se presentan a pocos kilómetros de la ciudad.
En el museo de la Cultura maya, la cosmovisión maya es explicada mediante una reproducción de la ceiba sagrada: del mismo modo que este árbol funge como un Axis Mundi, que une el inframundo con nuestro mundo y con los cielos, la reproducción de este museo recorre de abajo hacia arriba los tres pisos del edificio. Para el pensamiento matemático, la medición del tiempo y la astronomía hay varios dispositivos interactivos que nos muestran las equivalencias de la notación maya con los números arábigos, la sofisticación de los antiguos cálculos y el engranaje de
los distintos calendarios. Extensas reproducciones en miniatura de varias de las ciudades del mundo maya se despliegan por debajo del piso de vidrio de la sala principal.
Hay también grandes maquetas tanto de aspectos de la vida cotidiana como de importantes obras
escultóricas. Otros muchos componentes de la sabiduría de esta cultura le son presentados al visitante a través de computadoras, monitores de televisión y otros muchos dispositivos de gran poder didáctico. En un patio adyacente hay una reproducción a escala naturalde una vivienda maya con sus distintos elementos tradicionales.
Uno podría suponer que el sur de Quintana Roo, donde inició el mestizaje que dio origen a los rasgos que distinguen a nuestro país, debería ser uno de los sitios mejor conocidos de México. Sin embargo, la región ha sido durante siglos una tierra de frontera, y hasta la fecha nos sigue deparando grandes sorpresas por todas las riquezas que esconde.
Lo que ahora es el municipio de Othon P. Blanco y que corresponde a la parte sur del estado fue un territorio largamente ignorado durante el periodo virreinal. No fue sino hasta mediados del siglo XVIII, cuando la corona española finalmente se decidió a defenderlo de los piratas ingleses y construyó el enigmático fuerte de San Felipe Bacalar.
Al siglo siguiente, la encarnizada rebelión de los mayas convirtió a la zona en un manchón oscuro y aparentemente despoblado del brillante mapa del país, hasta que, casi al llegar el siglo XX, el presidente Porfirio Díaz se decidió integrarla de nuevo al México civilizado.
En el lugar sigue habiendo descubrimientos: sus grandes zonas arqueológicas como , Ichcabal,Oxtankah, Chac-choben y Kohunlich fueron abiertas al público apenas en la última década del siglo XX, y los arqueólogos. Algunos historiadores creen que fue aquí donde nacieron los primeros mexicanos mestizos, hijos de Zazil Ha, una princesa maya de la zona, y Gonzalo Guerrero, un español que tras su naufragio en el mar Caribe llegó a estas costas en 1511.
l río Hondo es frontera y corredor en medio de la selva. Hace 250 años fue utilizado como vía fluvial para sacar el preciado palo de Campeche, que saqueaban en la región. Cien años más tarde, los mayas de Yucatán lo usaron para introducir de contrabando las armas con las que combatieron al gobierno mexicano durante la guerra de castas. Posteriormente fue también una ruta ideal paratransportar el chicle natural (del árbol del chicozapote), la caoba y otras maderas preciosas.
Hoy, además de frontera, sigue siendo una avenida acuática flanqueada aún por extensas arboledas,donde el viajero encuentra hermosos manantiales, arroyos, cenotes y lagunas, todos ellos muy pococonocidos. Aparte, en Subteniente López, muy cerca de Chetumal, está el principal cruce fronterizo.
Son muchas las actividades que pueden practicarse, entre las que destacan buceo y esnórquel; bicicleta de montaña, caminata y trekking; canotaje en canoa o kayac, senderismo interpretativo y observación de aves; convivencias en comunidades mayas, etcétera. Digamos que no es lo mismo conocer Xcalak como una mera playa, que como escenario de una experiencia de buceo libre o scuba, ni es lo mismo conocer el Cenote del Cocodrilo Dorado como mero espectador que haciendo un descenso con cuerdas por sus paredes. Igualmente, la laguna de Bacalar puede disfrutarse mucho más sobre la fluida placidez de un kayac que desde la orilla.
Aparte, hay sitios, como la selva, que se vuelven mucho más cercanos y menos inhóspitos cuando se cuenta a la mano con un guía que conduce a los viajeros en un recorrido sobre bicicleta de montaña, o cuando el guía descubre al hocofaisán o muestra el brillante plumaje del tucán, que para el viajero inexperto pueden pasar inadvertidos en medio del follaje.
Chetumal ha tenido un gran desarrollo que ha permitido conservar sus recursos naturales, como lo comenta Fernando Salazar, Director del Fideicomiso Gand Costa Maya Turismo. ¡No dejen de darse un espacio, buscar bienestar y tranquilidad con una belleza inigualable que ofrece a Chetumal como un destino turístico mexicano, de belleza natural.


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