Puerto y Ayuntamiento plantean crear nuevos atractivos marinos en el litoral de la capital

Un gran número de barcos abandonados en el Puerto de Las Palmas podría acabar convirtiéndose en un santuario para los submarinistas. El Ayuntamiento y el Puerto de Las Palmas barajan la posibilidad de hundir en la franja costera de la capital grancanaria muchos de los buques de la llamada flota imperial una vez se resuelvan sus problemas, con el fin de que se conviertan en un atractivo subacuático y permitan revitalizar la vida marina, a la vez que resuelve uno de los grandes problemas que sufre la Autoridad Portuaria.

La Autoridad Portuaria busca alternativas para dar salida a la veintena de barcos de la denominada flota imperial, que recibe este nombre porque la mayoría son barcos de las repúblicas exsoviéticas, afectados por problemas judiciales, o bien, abandonados por impagos. En esta situación se encuentra cerca de una veintena de buques, que se han convertido en un grave problema para la ciudad, tanto por razones humanitarias por las personas que siguen viviendo a la espera de los pagos atrasados, como por la mala imagen que ofrecen y motivos logísticos, puerto que ocupan cerca de 800 meros de atraque para un puerto con espacios limitados, según reconoce el presidente Luis Ibarra.

El Puerto ha buscado soluciones, trasladándolos al puerto de Arinaga y hasta buscando un acuerdo nacional a través de Puertos del Estado para intentar acelerar su subasta o poder regular otra opción, ya que la deuda contraída con el Puerto también es elevada y aumento con los días.

Mientras, el Ayuntamiento y el Puerto, que han mantenido hasta tres reuniones desde el verano para agilizar los planes de colaboración, han encontrado cómo aprovecharlos. Se trataría de convertirlos en pecios para generar atractivos para los submarinistas y para el turismo especializado. Y, a su vez, para revitalizar la vida marina.

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