Mercante británico está a 4.700 metros de profundidad y fue hundido por submarino alemán.

Aunque los marinos alcanzaron a lanzar tres botes salvavidas, sólo uno logró mantenerse a flote. Sobre él iba el segundo oficial Richard Ayres, quien infructuosamente trató de rescatar a otros seis compañeros que se aferraban a los restos del barco. Luego de 13 días a la deriva, Mr. Ayres logró tocar tierra. Tras él, la corriente arrastró los cuerpos de los otros seis marinos.

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El oficial se convirtió en el único sobreviviente de los 85 tripulantes del S.S. Gairsoppa, un mercante inglés reclutado por el gobierno para servir en la Segunda Guerra Mundial y que fue hundido el 17 de febrero de 1941 por un submarino nazi cerca de Irlanda, con cientos de lingotes de plata.
Setenta años después de su hundimiento y tras una serie de búsquedas fallidas, Odyssey Marine Exploration, una empresa buscatesoros de Estados Unidos, anunció el lunes pasado que localizó el barco y que iniciará el rescate de su valiosa carga, avaluada en más de 230 millones de dólares. "El Gairsoppa era un naufragio que nos interesaba hace años, hasta que en 2010, a través de una licitación, el Gobierno del Reino Unido nos autorizó recuperar su carga", dice a La Tercera Greg Stemm, CEO de la empresa.
El Gairsoppa había partido en diciembre de 1940 desde Calcuta, India, con su valioso cargamento, y se unió a una flota de barcos de guerra en Africa, para así afrontar el último tramo de su viaje hacia Liverpool y sortear las aguas del Atlántico norte, atestadas de submarinos alemanes. Sin embargo, el vapor se quedó sin carbón, por lo que debió desviarse hacia Galway, Irlanda, para reabastecerse. La mañana del 17 de febrero de 1941 fue sorprendido por un submarino alemán, que con un certero torpedo lo hundió en sólo 20 minutos a 4.700 m de profundidad y a 480 km al sudoeste de Irlanda.
Sonar
Ayres vivió hasta 1991 y fue por décadas la mejor fuente de información del naufragio. Esos datos, sumados a la tecnología, permitieron el milagro: Odyssey contrató al barco de investigación ruso Yuzhmorgeologiya, equipado con un sonar de baja frecuencia, con el que hizo las primeras exploraciones, y logró precisar con certeza el lugar del hundimiento. Tras su localización, la empresa trasladó al Odyssey Explorer, que con un Rov -un vehículo de operación remota capaz de sumergirse hasta los 5.000 m de profundidad- logró llegar hasta el naufragio mismo.
Odyssey confirmó la identidad del barco por varios datos, como el tipo de ancla encontrado y los colores rojo y negro del casco, que coinciden con el utilizado por la naviera British Indian Steam Navigation Company, dueña de la embarcación. Para Neil Cunningham, arqueólogo que encabezó la búsqueda, el hallazgo tuvo un especial significado, pues su padre trabajó en la misma compañía. "Al encontrar este naufragio y contando la historia de su pérdida, rendimos homenaje a los marinos mercantes que perdieron la vida", dijo.
Rescate
Stemm dice que el rescate comenzará en abril de 2012, "cuando el clima en el Atlántico norte es mejor", y que, por ahora, planifican las maniobras, que por la profundidad, sólo podrán ser robóticas. Si la empresa tiene éxito, marcará un récord en la recuperación de tesoros submarinos: ningún rescate ha alcanzado esta profundidad.
El desafío no es menor, pero la empresa recibirá el 80% de la plata recuperada, según el acuerdo con el gobierno británico. No menos de 180 millones de dólares. "Los registros indican que el Gairsoppa llevaba más de 200 toneladas de plata. El Cisne Negro (ver recuadro) sólo 17", dice Stemm como referencia.
Para lograr su objetivo, Odyssey cuenta en su equipo con miembros que han participado en operaciones a 6.000 m de profundidad en misiones militares, y se está asesorando con empresas con experiencia en rescate de barcos hundidos, con el fin de buscar los equipos robóticos capaces de recoger y llevar a la superficie los lingotes de plata.



Deberán devolver el tesoro a España

Odyssey localizó en 2007 un galeón español, Nuestra Señora de las Mercedes, con un cargamento avaluado en 70 millones de dólares. Tras recuperar el botín (operación bautizada El Cisne Negro), lo enviaron vía aérea desde Gibraltar hasta EE.UU. Luego de un largo juicio con el Gobierno español, el 22 de septiembre, el Tribunal de Apelación de Atlanta dictó que el tesoro debía ser devuelto a España en 15 días. Se desconoce si la empresa apelará ante la Corte Suprema, pero jurídicamente es muy difícil que este tribunal cambie la sentencia.


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