La campaña de protección del patrimonio arqueológico submarino ha permitido localizar hasta el momento dos pecios singulares fechados entre los siglos XVIII y XX

El Centro de Arqueología Subacuática de Cádiz (CAS) acogió ayer la puesta en marcha de la segunda fase de prospecciones para investigar y proteger el patrimonio arqueológico subacuático en Andalucía, que comenzó en 2010 en la bahía de Cádiz y que hasta el momento ha dado como resultado la localización de dos pecios singulares con restos fechados, en principio, entre los siglos XVIII y XX. El proyecto ha llegado a encontrar en los fondos marinos hasta 84 'anomalías', lugares susceptibles de albergar restos arqueológicos de interés. La segunda fase del plan se extenderá por cuatro zonas costeras: bahía de Cádiz, desembocadura del Guadalquivir, el frente de Zahara y la isla de Tarifa, un lugar en el que se estima que pueden existir restos púnicos y romanos.

La reunión que sirvió para impulsar el inicio de la segunda fase de este ambicioso plan se celebró en la sede del CAS andaluz, en el antiguo Balneario de La Palma en La Caleta, y a ella asistieron Ángeles Albert, directora general de Bellas Artes y Bienes Culturales del Ministerio de Cultura; Margarita Sánchez, directora general de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía; Guillermo Moreu, capitán de navío y director del Instituto Hidrográfico de la Marina, Daniel González-Aller, capitán de fragata, y Carmen García Rivero, directora del Centro de Arqueología Subacuática, además de otros técnicos de los organismos implicados en el proyecto.

En la primera fase del plan, realizado con el apoyo de los buques de la Armada española, se han señalado hasta 84 'anomalías' en los fondos marinos de la Bahía. Los estudios determinaron que 22 de ellos no eran zonas arqueológicas, 23 están pendientes de estudio, mientras que en el resto se encontraron diversos materiales y, sobre todo, dos pecios que aún deben ser analizados más a fondo pero que pertenecen a una época moderna. Se cree que uno de ellos guarda restos de finales del siglo XVIII o principios del XIX, mientras que el otro pertenece al siglo XX. Aunque no se dieron detalles de la localización exacta de estos pecios, los responsables del plan los situaron en la Bahía gaditana y en una zona bastante cercana a la costa.

La segunda fase del plan se centrará en nuevas zonas submarinas, aunque en algunos casos se retomaran 'anomalías' ya localizadas para seguir investigando acerca de su contenido y determinar así si tienen o no valor arqueológico. Los trabajos se repartirán por cuatro áreas comprendidas entre Tarifa y Sanlúcar, prácticamente todo el frente costero de la provincia. Así, a la isla de Tarifa y la desembocadura del Guadalquivir se unirá de nuevo la bahía de Cádiz y la zona situada frente a la costa de Zahara de los Atunes.

La nueva campaña contará con más medios materiales, que mejorarán la capacidad de investigación gracias a que se contará con las nuevas tecnologías. Así, los buques de la Armada irán esta vez equipados con perfiladores, magnetómetros y un sonar de barrido lateral que facilitará el trabajo de los técnicos y especialistas.

Ángeles Albert, Margarita Sánchez y Guillermo Moreu coincidieron en destacar que el proyecto cuenta con el aval y el apoyo continuado de los departamentos que representan, tanto de la Junta de Andalucía como de los ministerios de Cultura y Defensa, y ensalzaron el trabajo interdisciplinar que se viene realizando en la Bahía gaditana. Para la nueva fase, el Ministerio aportará 60.000 euros y la Junta de Andalucía, una cantidad similar en medios humanos y técnicos, al igual que Defensa a través de los medios de la Armada.

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