El cadáver de un rorcual común de unos 15 metros de longitud varó en la tarde del pasado martes en la playa de Quintana, en Valdés, según informaron fuentes de la Coordinadora para el Estudio y Protección de las Especies Marinas (Cepesma).


El avanzado estado de deterioro de los restos de la ballena, «que tiene amputación de un 50 por ciento del cuerpo tras el área dorsal y pérdida de las hemimandíbulas inferiores», según describe la Cepesma, impide establecer con exactitud las dimensiones del animal.
La localización del rorcual se produjo a unas dos millas de distancia del cabo Busto. Posteriormente, las corrientes y los vientos fueron trasladando el cadáver hacia tierra, hasta dejarlo varado en la playa de Quintana (Valdés).
El último varamiento de un rorcual común conocido en Asturias corresponde a un ejemplar de 16 metros varado en la cala de Riveira Nova, en Tapia de Casariego, el 1 de marzo del 2005. Este animal fue trasladado a las instalaciones de la Cepesma en Luarca, y en breves fechas su esqueleto será expuesto en el Aula del Mar de esta organización en Luarca. La Cepesma precisó en la fecha del hallazgo que se trataba del mayor rorcual común aparecido en Asturias en la última década. En enero de ese mismo año se recuperó en Bermeo (Vizcaya) el cadáver de un enorme ejemplar de la misma especie, de 20 metros de longitud.
El rorcual común es la ballena de mayor tamaño entre las habituales en el Cantábrico. El rorcual aliblanco, más frecuente en nuestras aguas, no pasa de 10 metros. El gigante del grupo es el rorcual azul, que alcanza hasta 33 metros.

Fuente: www.lne.es