Los buceadores del GEAS planifican salidas con cierta frecuencia, ya que se les exigen una serie de inmersiones al mes y trimestre
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ID: 7764Afortunadamente, el número de emergencias en que se ven implicados los GEAS no es demasiado elevado. Por ello, la mayor parte del tiempo se dedican a otras tareas de carácter ordinario, así como al entrenamiento, que ha de ser muy riguroso. Al margen de la formación que reciben antes de ingresar en esta sección, los GEAS tienen un plan de instrucción permanente que les exige cuatro inmersiones al mes a una profundidad de hasta 40 metros y una más a más de 40 metros al menos una vez al trimestre. Por ello, se realizan salidas como ésta que se llevó a cabo en Alloz. Adicionalmente, la instrucción lleva aparejada 1,45 horas al día de una serie de ejercicios físicos más una hora de formación teórica. El resto de la jornada han de dedicarse a revisar y mantener el equipamiento en perfecto estado para las acciones.
Pero su disponibilidad es mayor, ya que de los seis miembros del equipo, cada día trabajan cuatro. Una vez terminado el horario laboral de 8 a 2 estos cuatro miembros ha de permanecer localizable por si se presentase alguna urgencia.
Aunque a primera vista parezca igual, no es lo mismo un buceador que un buzo. "Nosotros somos buceadores, por lo que nuestro límite de inmersión está a 50 metros de profundidad. A partir de ahí se requiere una titulación de buzo", distingue Gago. En las aguas interiores de la zona que tiene asignada este grupo prácticamente en ningún caso se rebasa esa marca. "El lugar más profundo estará seguramente aquí, en este pantano. Cuando está lleno, en algún punto de la zona más cercana a la presa quizá se alcancen los 60 metros, pero no más que eso".
Aunque este equipo actúa en una demarcación determinada, como el resto de los grupos de España participa de vez en cuando en alguna misión de mayor escala a la que se llaman varias unidades de distintas regiones. Un caso de ese tipo fue el que vivió el más veterano del grupo, Federico Melero, al que le tocó formar parte de los equipos que actuaron en la tragedia de Biescas. De una forma más reciente el grupo del GEAS con sede en Logroño también envió personal para la búsqueda de Marta del Castillo en el Guadalquivir. "Fue un caso muy triste y la presión mediática para con nuestro trabajo era tremenda", recuerdan.
Aunque su trabajo está casi siempre cercano a las tragedias, no siempre se buscan personas desaparecidas bajo el agua, sino también objetos. "Uno de nuestros trabajos más frecuentes es el rastreo en busca de pruebas, casi siempre de crímenes. "Es aún más difícil, por el tamaño de los objetos y su detección depende en gran medida de las pistas de que se disponga", aclaró Gago. No hace mucho tiempo este grupo contribuyó también al esclarecimiento del caso de la vecina de Estella María Puy Pérez Ezpeleta cuando se encontraron en varias bolsas en el Ebro algunas de las armas utilizadas por el presunto homicida, un cuchillo y un hacha, entre otras.
LAS MISIONES

1 Búsqueda, localización y recuperación de personas y objetos. Es el trabajo más habitual, aunque no el único que desarrolla este grupo.
2 Protección de personalidades. Ante la visita de un mandatario o miembro de la familia Real a un punto cercano al medio acuático se realizan inspecciones para descartar la existencia de elementos susceptibles de utilizarse en un atentado.
3 Reconocimientos preventivos. Dado que el puerto de Bilbao entra dentro de las competencias del GEAS de Logroño, uno de los trabajos más habituales es la revisión de los cruceros que parten desde allí para asegurarse de que no hay explosivos. Es una tarea que va a más, ya que en 2008 salieron de Bilbao 21 cruceros y este año hay 54.
4 Seguridad en competiciones deportivas y grandes eventos. Este año se ha colaborado, por ejemplo, con pruebas como el descenso del Najerilla o el Campeonato Nacional de Piragüismo de La Rioja.
5 Protección de la naturaleza. El grupo colabora con el Seprona en algunas de estas labores. También el plan medioambiental de determinadas obras requiere de su intervención, como por ejemplo, recientemente, en el puente de la A-12 sobre el Ebro.
6 Socorrer y actuar en catástrofes. Un ejemplo podría ser el citado de Biescas en Huesca.
7 Proteger el patrimonio natural e histórico.
8 Desactivación de artefactos explosivos. Siempre que estos estén situados bajo el agua.
9 Policía judicial subacuática. Colaboración en los informes técnicos y diligencias de este cuerpo.
10 Inspección de clubs y empresas de buceo. Existe uno en Logroño y otro en Pamplona.
11 Colaboración con otros organismos oficiales.


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