Situada en el sur del mar Caribe, frente a la costa occidental de Venezuela, se encuentra la isla de Bonaire, mezcla de culturas como la holandesa, hispana, india y africana.

Esta isla del Caribe es un paraíso de fértiles aguas tropicales, ideales para la práctica del buceo. Cada año 20 mil buceadores llegan en busca de algunas de las especies acuáticas más bellas y exóticas.

Bonaire tiene 288 kilómetros de superficie de playas hermosas para el relajo y el descanso de los turistas. Su capital Kralendijk, situada en la costa centro occidental de la isla reúne una amplia oferta de hostales y hoteles para alojar.

Perteneciente a las Antillas Holandesas, la isla es la segunda en tamaño, después de Curacao y sus playas entregan una perfecta visibilidad de 30 metros en las transparentes aguas bajo la superficie.

Entre sus atractivos, se encuentran la Playa Bengue y Playa Karpata, además del hermoso paisaje que se presenta, gracias a las elevaciones montañosas al norte de la isla, cuya mayor altitud es el Monte Brandaris de 240 metros.

Para llegar al Lago Goto habitado por 20.000 flamencos y ubicado al interior, es necesario recorrer la isla por senderos y caminos dispuestos para ello.

Asimismo, para apreciar la flora y fauna de la isla, se puede visitar el Parque Nacional donde se han detectado más de 195 especies de aves.

Por su parte, para los turistas aventureros, al oeste de Bonaire está la pequeña isla de Klein Bonaire, la cual se encuentra deshabitada y rodeada de playas y cuevas, que sirven de refugio para una colonia de tortugas y arrecifes de coral en un mar calmado, debido a que la costa oeste está protegida de los vientos.

Bonaire tiene todo lo necesario para quienes gusten de un relajo orientado al contacto con la flora y fauna, gracias a que es uno de los lugares en el mundo con una rígida normativa de preservación de los fondos marinos.

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