El Estado impulsa un proyecto que se adhiere a no negociar el patrimonio cultural de la arqueología subacuática con los llamados "buscadores de tesoros"

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rofesionales del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), de México, elaboraron un recorrido virtual subacuático de 360 grados, que está puesto en Internet, y que da cuenta de la labor de investigación, conservación y protección del buque “Laguna de Mandinga sumergido en la costa de Isla Cozumel, Quintana Roo, informó INAH el 4 de agosto. Arqueólogos de la subdirección de Arqueología Subacuática (SAS) realizaron desde septiembre 2010, una exploración del buque de 20 toneladas “Laguna de Mandinga” hundido intencionalmente por la Armada, a 12 metros de profundidad en la costa de la Isla Cozumel.
El Buque “Laguna Mandinga” fue un navío de la Armada de México que patrulló por muchos años las costa del Mar Caribe, y que fue hundido con el objetivo de crear un arrecife artificial en torno a él, y así diversificar un área del Parque Nacional Arrecifes de Cozumel, destrozada un año antes, por los embates del huracán Wilma.
El personal del INAH, desarrolló un paseo virtual subacuático con una “inmersión en 3600 “, gracias a los materiales obtenidos durante la exploración junto con otros materiales previos del del Instituto.
El sitio subacuático de la Isla Cozumel en Quintana Roo es uno de los 300 sitios arqueológicos sumergidos en México, que forman parte de un inventario de bienes culturales del país.
La arqueología subacuática en México, entiende que el patrimonio cultural, es un legado y no tesoros negociables, lo que le ha valido el respeto de la comunidad internacional.
Uno de los logros alcanzado en esta rama de la arqueología, se dio lugar en 2009, cuando el 2 de enero entró en vigor la Convención para la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático de la UNESCO, instrumento legal que obliga a sus Estados Parte, a no negociar este legado con los llamados "buscadores de tesoros", que operan en las aguas de todo el mundo, misma que México ratificó en 2006.
En diciembre del mismo año, la Convención, integró el primer Consejo Consultivo Científico y Técnico, que servirá para establecer una cooperación internacional y transferencia tecnológica, dar asesoría directa y apoyar en la formación de cuadros humanos para la investigación y protección del patrimonio sumergido, principalmente a través de la no negociación con buscadores de tesoros.
Se espera que con la Convención, más Estados se adhieran para la “protección del patrimonio cultural subacuático”.
La arqueóloga Pilar Luna Erreguerena, investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia, afirmó que en las aguas marinas de América yace un patrimonio común que data desde el siglo XVI, formado por los galeones y navíos que zarparon de España a América y viceversa, y que en su tránsito naufragaron o fueron hundidos por piratas.
En términos de lo más antiguo, en los cenotes y cuevas sumergidas de México se encuentran restos prehistóricos tanto humanos como animales, así como vestigios de culturas prehispánicas, informó INAH.


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