El Ministerio de Medio Ambiente ya había estudiado todas las alegaciones y tenía redactado el proyecto definitivo

El Estado ha aparcado la reserva marina de las Illes Formigues, en el centro de la Costa Brava, que debía ser una realidad este año, porque no tiene dinero para crearla ni para mantenerla. La futura reserva abarca 3.580 hectáreas entre Palafrugell y Calonge y prevé dos zonas de usos restringidos: las Illes Formigues y los Ullastres.

El motivo, como expone el subdelegado del gobierno español, Francesc Francisco-Busquets, no es otro que la falta de disponibilidad económica. Aunque el Estado anunció que la reserva sería una realidad en 2011, no hay dinero en el cajón para ponerla en marcha ni para mantenerla. "Es un tema que está en stand by, porque la situación actual no aconseja hacer las aportaciones presupuestarias", explica el subdelegado.

Según anunció el Ministerio de Medio Ambiente, la inversión anual que sería necesario para mantener la reserva es de unos 500.000 euros. La decisión de congelar la reserva marina llega después de que el Ministerio de Medio Ambiente ya haya resuelto las alegaciones y tenga redactado el proyecto definitivo. "Está todo terminado y listo para ponerlo en marcha", explica el subdelegado.

Francesc Francisco-Busquets dice que, aunque la creación de la reserva no se haga ahora, esto no significa que se abandone el proyecto. "No se ha metido en el cajón y confío que en un tiempo digamos razonable pueda salir adelante", concreta el subdelegado. Eso sí, Francisco-Busquets asegura que "no cree" que este momento llegue antes de las elecciones generales porque sería "demasiado prematuro".

3.500 hectáreas de la Costa Brava
La futura reserva de las Illes Formigues, según el proyecto que elaboró ​​el Ministerio, abarca 3.580 hectáreas. Delimita al norte por la punta de la Musclera, en Palafrugell, y al sur con la playa de Belladona, en Calonge. En una segunda fase, además, se quería ampliar hasta Sant Feliu de Guíxols y Begur.

Esta sería la undécima reserva marina de todo el Estado y la primera sin ningún área de protección integral. La reserva se divide en dos grandes ámbitos, entre ellos una zona de usos restringidos (en el archipiélago de las Formigues y en los Ullastres) donde no se permitirá hacer ningún tipo de extracción. Cuando el Estado anunció la intención de crear la reserva, enseguida hubo mal ambiente en torno al proyecto. Los opositores más encarnizados, unidos bajo el Fòrum Social del Litoral Gironí, criticaban que el plan de usos comprometía seriamente el futuro de las actividades de ocio y recreativas, como la pesca submarina o el fondeo, en la zona que se quería preservar.

Este malestar se hizo evidente en noviembre de 2009, cuando más de 1.000 personas se manifestaron por las calles de Palamós en contra de la reserva marina. Al otro lado, se situaban -entre otros- los ayuntamientos o, incluso, otra plataforma, esta a favor de la creación de la reserva.

Consenso del 99%
El subdelegado del Estado en Girona asegura, sin embargo, que el proyecto final ha conseguido "un consenso del 99%" de los sectores implicados. "Para llegar hasta aquí, ha hecho un trabajo intenso entre el gobierno español, la Generalitat y todos los sectores implicados, y no digo que haya llegado a un consenso del 100%, porque en el campo de la pesca submarina y deportiva es donde hay ciertas reticencias ", concretó.

Sea como sea, pero, de momento todo este trabajo ha quedado aparcado sine die. "En este momento ni hay disponibilidad presupuestaria", reitera el subdelegado en Girona.