Practicar snorkel puede ser una actividad muy divertida con la familia o los amigos. No obstante, los orígenes de la palabra snorkel no tienen nada de familiares ni de agradables, ya que viene de los tubos de los submarinos alemanes de la Primera Guerra Mundial (schnorchel) que aportaban aire a sus motores diesel y, así, les permitían navegar justo por debajo de la superficie del mar.
A lo largo del siglo XX se empezaron a hacer populares las máscaras de buceo y los tubos de respiración (schnorchel) que permitían al nadador explorar por debajo del agua con la cara sumergida en la superficie. La lengua inglesa adaptó la palabra alemana a snorkel, que significa tubo que suministra aire a alguien o a algo.
Así, podemos definir el snorkel como una modalidad del buceo, pero con la diferencia de que la puede practicar cualquier persona que sepa nadar, ya que no requiere de una preparación física tan estricta como la de los buzos. Lo único que debes saber, aparte de nadar, es saber respirar a través de la boquilla de caucho que hay en la parte inferior del tubo, de lo contrario, tragarás agua.
Si verdaderamente quieres disfrutar de esta actividad, apropiada para todas las edades, debes practicarlo en aguas poco profundas y cristalinas para que puedas tener una mayor visibilidad y deleitar tu vista con los preciosos fondos marinos o explorando las aguas de ríos y lagos, ya que el snorkel no es exclusivo del mar.
Desde base: te recomendamos que este verano practiques snorkel para que disfrutes del verano de otra manera.