"Tenemos pocas esperanzas de hallar algún resto de tesoros", afirma el director del equipo Javier Luaces

Los veinte pecios de la batalla de Rande podrían encontrarse en siete puntos ubicados entre la ensenada de San Simón y el estrecho de Rande, a una profundidad de entre 5 y 30 metros. Así lo cree Javier Luaces, el director de las prospecciones promovidas por la Xunta y el Ministerio de Cultura con el fin de elaborar una carta arqueológica subacuática de Galicia que permita obtener un inventario de todos los bienes bajo el mar.
El equipo de Luaces, formado por cuatro arqueólogos buceadores, un instructor de buceo y un patrón profesional, todavía no pudo localizar ninguno físicamente. "Las aguas están tan revueltas que no llegamos a ver ni nuestras manos", confesó ayer en el puerto de Cesantes, desde donde salen a bordo del barco mejillonero "Real Madrid".
La campaña, que arrancó el jueves y finalizará la semana que viene, es fruto de las investigaciones arqueológicas realizadas durante los años 90 y de las prospecciones geofísicas realizadas por el propio Luaces en 2007 y 2008. "Entonces se detectaron 30 puntos que no necesariamente se tienen que corresponder con pecios de la batalla de Rande", admitió. Por eso, su trabajo ahora consiste en descender a estos lugares para comprobar in situ si se trata efectivamente de barcos y poder fotografiarlos "para emitir los correspondientes informes y valoraciones de próximas actuaciones". Así, admite que "es muy probable" que en esta fase no lledifícil llegar a saber si realmente se trata de los famosos galeones porque "en cualquier caso estarán semienterrados o cubiertos de sedimentos".
El director xeral de Patrimonio, José Manuel Rey, se mostró convencido de que seguirán financiando más investigaciones que permitan llegar a descubrirlos y, en caso de encontrar algo, tomarán "decisiones concretas para evitar el expolio". Lucía Molares, delegada de la Xunta, defendió estas campañas "para potenciar turísticamente la zona y nuestra Historia".
Luaces se muestra optimista en cuanto a la posibilidad de localizar la veintena de galeones hundidos en 1702, sin embargo, está convencido de que "no hallaremos ningún tesoro; el expolio en la zona comenzó en el siglo XIX y en los años 60 robaban el material de valor y el resto aparecía tirado en playas o fincas, como sucedió con las anclas que ahora lucen en O Castro", explicó Luaces. De hecho, confía en que el mítico galeón Santo Cristo del Maracaibo llegue a aparecer, pero no así su carga, "en esa época ya no había tanto tráfico de oro", comenta. Luaces advirtió que la amenaza de las empresas cazatesoros fuera de la ría existe, "el caso del Odyssey podría repetirse", afirmó.

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