Las labores permitirán catalogar buques hundidos en la zona desde el siglo XVI, como la flota dirigida por Martín Padilla que naufragó frente a las costas de Fisterra en 1596

Una empresa formada por un equipo de arqueólogos especializados en metodología y técnicas de investigación en el ámbito subacuático, Archeonauta, comenzó a realizar prospecciones en la ría de Corcubión con el objetivo de documentar parte de los pecios hundidos en la zona desde el siglo XVI. Estos trabajos examinarán como mínimo veinte puntos de áreas que están marcadas como susceptibles de albergar elementos de interés patrimonial, según informó ayer el director, el arqueólogo Miguel San Claudio, durante su presentación.

Pulsa en la imagen para verla en tamaño completo

Nombre: 2011-07-28_IMG_2011-07-21_00.51.20__5522947.jpg
Visitas: 2
Tamaño: 12.8 KB
ID: 7343

Entre los años 2006 y 2010 ya se llevaron a cabo diferentes prospecciones en esa zona, en las que se localizaron yacimientos que ahora deberán ser situados geográficamente con precisión, delimitados, cartografiados y habrá que realizar un análisis de los elementos con el fin de ordenarlos cronológicamente. El equipo que desarrolla el trabajo está formado por diez personas, de las que siete son arqueólogos -dos pertenecen al equipo de buceo-, una restauradora y dos patrones. Estas labores están promovidas por la Consellería de Cultura y Turismo, con una aportación de 20.000 euros para poder realizar este tipo de trabajos.

Estas labores permitirán documentar pecios tan interesantes como la flota dirigida por Martín Padilla hundida en 1596, de la que ya se han localizado unos cinco buques. Esta flota, formada por cerca de un centenar de naves, partió de los puertos de Lisboa y Sevilla hacia Irlanda pero nunca llegó al destino. La noche del 28 al 29 de octubre de 1596 sufrió un fuerte temporal frente a la costa de Fisterra y se hundieron 25 de 31 buques.

Otro de los buques históricos sobre el que está previsto intervenir será la corbeta francesa de 32 cañones Bayonnaise hundida en la playa de Langosteira, en Fisterra, el 28 de noviembre de 1803, cuando estaba perseguida por el navío británico H. M. S. Ardent de 64 cañones. El barco fue embarrancado por su propia tripulación, que lo abandonó después de prenderle fuego cuando se dirigía hacia el puerto de A Coruña procedente de La Habana. Su localización fue posible gracias a las informaciones de pescadores de Fisterra. La nave conserva gran parte de la artillería y también se recuperaron otros objetos cotidianos en la última campaña.

En esta campaña está previsto comprobar unos cuarenta puntos de posible interés arqueológico entre los cientos localizados. Uno de ellos está en la ría de Corcubión y es un ancla tipo Almirantazgo.

http://www.laopinioncoruna.es