La intención es concienciar y educar a los ciudadanos sobre la limpieza de las playas y los fondos marinos
El parque natural de la Sierra Helada tiene dos caras en cuanto a limpieza se refiere. Si cada año que pasa su fondo marino está más limpio, todo lo contrario le ocurre a la zona terrestre. Sus playas y calas se utilizan en muchas ocasiones como vertederos de residuos donde predominan los plásticos, pilas, botellas y latas de todo tipo. Para reducir y llegar a eliminar completamente este efecto negativo para el medio ambiente, el Club Náutico Altea está llevando adelante una cruzada de concienciación ciudadana desde hace 12 años.
Y para que la gente sea conocedora de todo ello, desde ayer y durante 15 días, en las instalaciones del Club se expone una muestra de los residuos contaminantes que el pasado sábado recogieron más de 20 buceadores y 30 voluntarios de tierra durante la jornada de limpieza de fondos marinos que se llevó a cabo en las zonas de La Mina, el Faro y La Pileta, dentro del ámbito del parque natural, en un acto organizado por el Club Náutico Altea, el Ayuntamiento Altea, el Club de Buceo Scorpora y el Instituto de Ecología Litoral. Paralelamente a la exposición, que está acompañada por diagramas explicativos sobre los daños que pueden producir dichos residuos al ecosistema marino, y que ya está siendo visitada por los escolares de Altea, se imparten conferencias encaminadas a la concienciación de los usuarios de embarcaciones deportivas, trabajadores de la mar, y toda persona que acude a las playas, enseñando las buenas prácticas en la pesca, tanto recreativa como profesional, y sobre como cuidar el entorno.
Ayer se inauguró la exposición de los residuos con la asistencia del concejal de Medio Ambiente, Jaime Sellés; la representante del Instituto de Ecología Litoral, Ana Codina; el vocal de Medio Ambiente de la junta directiva del C.N. Altea, Alberto Gaforio; y un grupo de 20 estudiantes de Primaria de centros escolares de Altea. Sellés agradeció la labor "constante" del Club Náutico Altea en la concienciación y educación ciudadana para que cuiden el entorno, Codina aseveró que el fondo marino del Parque Natural Sierra Helada "tiene cada año menos residuos", y Gaforio explicó que en la jornada de limpieza se recogieron dos contenedores de residuos, "con muy poco recogido en el mar, pero mucho material en las calas y playas".
No todo es biodegradable
La exposición, pionera en el sector de los clubes náuticos, explica detalladamente las características de cada tipo de residuo encontrado y el tiempo que necesita para disolverse en el mar. Contrariamente a lo que se piensa, no es biodegradable todo lo que parece. Así, mediante dicha exposición se puede saber que un simple tique de autobús se disuelve a las cuatro semanas de echarse al mar, que una cuerda tarda 14 meses, o que un jersey de lana se disuelve en un año. La muestra también explica que una lata de refresco tarda de 200 a 500 años y que las botellas de plástico se disuelven en 450 años. Curiosamente, las colillas son peligrosas para la fauna marina y pueden contaminar ocho litros de agua marina, y las cajas de madera son peligrosas porque ponen en peligro la biodiversidad.