En un artículo publicado en el diario londinense The Independent,
Michael McCarthy presenta las conclusiones de un informe elaborado por
destacados científicos marinos, el cual indica que los océanos del mundo
se enfrentan a una pérdida de especies que se puede comparar a las
grandes extinciones masivas que ocurrieron en la prehistoria.





Los mares se están degenerando mucho más rápido de lo esperado
debido al impacto acumulativo de una serie de factores, entre los cuales
se encuentran el calentamiento climático y la acidificación del agua de
mar, la contaminación química generalizada y la sobrepesca.

Los
científicos, reunidos en Oxford a principios de este año por el
Programa Internacional sobre el Estado de la Océano (IPSO) y la Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), indican que
la potencial extinción de especies es directamente comparable con las
cinco grandes extinciones masivas en el registro geológico. En la última
de esas extinciones, hace 251 millones de años, se cree que se han
perdido el 70 por ciento de las especies sobre la tierra y el 96 por
ciento de todas las especies en el mar.

El panel de 27
científicos llegó a la conclusión de que la velocidad y el ritmo de
degeneración de los océanos es mucho más rápido de lo esperado y que
muchos de los impactos negativos son mayores que las peores
predicciones. Los efectos del cambio climático ya han causado un
considerable empeoramiento del estado de salud del océano. No sólo se
verifica una severa disminución de especies de peces y de algunos tipos
de hábitats, sino que algunos ecosistemas marinos enteros, como los
arrecifes de coral, pueden desaparecer en sólo una generación.

"El
aumento de la hipoxia (niveles bajos de oxígeno) y anoxia (falta de
oxígeno) con el calentamiento del océano y la acidificación, son los
tres factores que han estado presentes en cada evento de extinción
masiva en la Tierra. Existe una fuerte evidencia científica de que estos
tres factores se combinan en el océano una vez más, agravada por
múltiples factores de estrés”, explica el informe, anticipando de esta
manera la posibilidad de un nuevo evento de extinción.

La
investigación científica reciente sugiere que los contaminantes,
incluidos los productos químicos que se encuentran en los detergentes,
están en los mares polares, pudiendo ser absorbidos por pequeñas
partículas de plástico que a su vez son ingeridos por criaturas marinas.
Además, un estudio reciente mostró que el 63 por ciento de las
poblaciones de peces evaluadas en todo el mundo están sobreexplotadas o
agotadas.

El informe establece una serie de recomendaciones y
pide a los Estados, los órganos regionales y a Naciones Unidas adoptar
medidas cuyo objetivo sea la conservación de los ecosistemas marinos. En
particular, el documento exige la adopción urgente de una mejor
gobernanza de alta mar en diversas regiones donde no hay protección. Las
conclusiones del informe se presentarán en la ONU en Nueva York esta
semana.