Aunque Aragón no tenga mar, decenas de clubes e instalaciones ofrecen la experiencia de bucear en la región.

La ausencia de mar en Aragón no es un impedimento para aquellos que quieran disfrutar del buceo en interior. Piscinas, tanques, acuarios e incluso embalses o ibones son algunas de las posibilidades que ofrece la comunidad para practicar este deporte a distintos niveles.

En contra de lo que pudiera parecer en Aragón hay «mucha tradición de buceo» desde la implantación de la sección anfibia del Ejército que «generó» la creación de muchos clubes subacuáticos en la comunidad, explica Alonso Pardo, presidente del Zaragoza Club Odisea (ZCO1999). «El agua que tenemos la utilizamos bastante bien», se alegra en relación a las variedades que ofrece la región para la practica del buceo.

En los últimos años ha habido «una popularización» de este deporte aunque el número de licencias se mantiene «estable» por que hay mucha gente que «no se federa» al practicar el buceo recreativo, destaca Pardo. «Ahora es frecuente encontrarte con alguien que bucea».

Bucear en Zaragoza «no es una idea descabellada» por que se puede realizar «perfectamente» en la ciudad, «ya no hace falta moverse al mar», indica el director de Aramar, Román García. Como norma general, es un deporte que se descubre «fuera de Aragón» y posteriormente se practica en la ciudad.

«Lo bueno del buceo», a juicio García, es que «fomenta otras maneras de hacer turismo» que permiten conocer los fondos marinos de todo el mundo. Además es una disciplina que puede realizar «cualquier persona» aunque se debe «tener en cuenta» el estado de los sistemas respiratorio y cardiovascular.

La realización de un curso de iniciación al buceo tiene un coste medio de entre 350 y 450 euros. Estos cursos se dividen en clases teóricas y prácticas, con una salida al mar incluida, impartidas durante una semana con las que se obtiene una titulación oficial.

Desde el año 2000 ha habido un «repunte» de los centros especializados a causa de los cambios «en el modelo de enseñanza» para cubrir las demandas, señala Román García.
Entre peces
Los «bautismos de secano», como los denomina Arturo Almuzara, director comercial del Acuario de Zaragoza, se suelen realizar en piscinas aunque el acuario ofrece una «espectacular» posibilidad de bucear entre sus especies. Por un precio de 100 euros, se puede realizar este «bautismo» con un paseo subacuático guiado por un monitor entre pirañas y otros animales que conviven en su tanque de más de 11 metros de profundidad.

Además existe una segunda actividad «más profesional y duradera» que posibilita dar de comer a las arapaimas, uno de los mayores peces de agua dulce del mundo aportando una experiencia más «temática», comenta el director comercial.
Buceo en el Pirineo
Sin embargo, el buceo en Aragón no está limitado a las actividades en la ciudad. Desde ZCO1999 indican que se realizan «inmersiones recreativas» en el embalse de Mediano «para ver su iglesia» y en El Grado. Bucear en embalse es «más complicado» y «minoritario» debido a la profundidad y visibilidad aunque en estos pantanos «es aceptable», indica su presidente Alfonso Pardo.

El Zaragoza Club Odisea también realiza inmersiones en los ibones (lagos de formación glacial) del Pirineo. Bucear en el ibón de Baños en Panticosa es un «privilegio», comenta Pardo y señala que sumergirse en hielo requiere «una titulación, cierto grado de experiencia y una buena cabeza» por los peligros que entraña esta disciplina. El buceo bajo hielo tiene una dificultad añadida por que «tiene techo», se debe «controlar el consumo de aire» y el agua se encuentra a dos o tres grados de temperatura lo que supone una «pérdida de calor corporal», explica Alfonso Pardo.

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