El centro ya ofrece a los visitantes la posibilidad de hacer una aportación voluntaria para contribuir a su mantenimiento

El Museo Naval es uno de los pocos museos nacionales gratuitos. Visitar sus salas no cuesta un euro, al menos de momento, ya que el director del centro, Jorge Madrid, augura que en breve se regulará el pago. «De aquí a poco tiempo saldrá una directiva porque somos un museo nacional y todos los museos cobran», afirma.

De momento, el centro ofrece a sus visitantes la posibilidad de hacer aportaciones voluntarias para contribuir a sufragar los costes de mantenimiento. «En el momento en que entran les informamos de que la visita es gratuita. Después les brindamos la oportunidad de contribuir de forma voluntaria. Los extranjeros suelen dar entre ocho y doce euros porque están acostumbrados a pagar. Yo he estado 25 años embarcado, he visitado muchísimos museos por todo el mundo y en todos he pagado», explica Jorge Madrid.

El director del centro asegura que mantenerlo cuesta muchísimo dinero. «Tenerlo todo limpio y en condiciones requiere de una gran inversión. Las aportaciones voluntarias de los visitantes son una ayuda para financiar estos gastos», destaca.

El Museo Naval se encuentra en la calle Real y hasta hace unos años era el centro más visitado de la ciudad. Cuenta con doce salas dedicadas a la Sanidad Naval; Banderas y Uniformes; Arsenales y Construcción Naval; Isaac Peral; Armas Submarinas y Anclas; Pintura Naval; Cartografía y Navegación; El Buceo en la Armada; Siglo XIX; Submarinos; Historia del Arma Submarina Española y Artillería Naval.
El museo ocupa actualmente un edificio de estilo modernista, obra de Lorenzo Ros. El inmueble fue construido en 1926 como Escuela de Aprendices de la Sociedad Española de Construcción Naval. A partir de 1947 sirvió para formar al personal de la Empresa Nacional Bazán. Tras esto, se transformó en el colegio Nuestra Señora del Rosario.

Una vez que este centro se cerró, la Armada se volvió a hacer cargo del inmueble, que transformó en sede del Museo.

El edificio presenta algunas deficiencias que se han ido subsanando de forma eventual. Defensa no ha acometido su rehabilitación integral debido a que tiene previsto trasladar el museo a su nueva sede en el antiguo Cuartel de Instrucción de Marinería, que compartirá con la Facultad de Ciencias de la Empresa de la Universidad Politécnica.

1.602 metros construidos

En su sede actual, el museo cuenta con 1.602 metros construidos, aunque con el trasladó ganará en nuevos espacios ya que ocupará parte de la planta baja del CIM y las Atalazanas, donde previsiblemente se instalarán las salas dedicadas al arma submarina.
Con respecto a sus fondos, el Museo Naval cuenta con más de cuatro mil piezas, aunque algunas no están expuestas debido a la falta de espacio de su actual sede.

En diez años, el centro ha pasado de contar con quinientas piezas a disponer de cuatro mil, entre las que se cuenta el submarino Tonina.
El proyecto de la nueva sede incluye la exposición de este sumergible en la plaza central del CIM sobre una especie de lámina acristalada. El objetivo es que se pueda descender hasta una sala subterránea desde la que se podrá contemplar la parte baja del sumergible, cuyo interior también se quiere habilitar para que pueda ser visitado.

El proyecto del nuevo centro también contemplaba la instalación de 28 cañones en el frente marítimo del antiguo Cuartel de Instrucción de Marinería, en concreto, entre los restos arqueológicos de las baterías de los siglos XVIII y XIX.