Bajo el lecho marino se encuentran varias capas tectónicas, que están en constante fricción y acumulan tensión; cuando ésta es liberada debido a una ruptura (las placas se hunden una bajo la otra en un proceso denominado subducción), se originan los terremotos y tsunamis.

Para entender mejor la causa de los movimientos sísmicos, si las montañas submarinas que están en activa subducción los detienen o los provocan, investigadores del Reino Unido comenzaron una expedición a una de las fallas más activas del mundo, la Fosa de Tonga, ubicada en el llamado Anillo de Fuego, un enorme cinturón de intensa actividad sísmica que abarca las costas del océano Pacífico.

En esta región la placa tectónica del Pacífico se ha estado metiendo bajo la placa indo-australiana, pero en la Fosa de Tonga, en el Pacífico Sur, sacudida por sismos frecuentes, se ha observado que los volcanes son arrastrados dentro de la falla, como si ésta se los tragara.

Los científicos británicos buscan descubrir si hay un vínculo entre las montañas submarinas y los terremotos. Los volcanes bajo estudio se encuentran en la cordillera submarina Louisville, una cadena montañosa en el lecho marino de más de 4,000 kilómetros de largo, y podrían actuar como freno sobre la placa del Pacífico, demorando una ruptura (el área donde son arrastrados dentro del lecho marino sufre relativamente menos temblores que otros tramos de la falla), o intensificando los sismos consecuentes. El más reciente en la isla de Tonga sucedió en marzo en mar abierto y tuvo una magnitud de 6.4 en la escala Richter.

El profesor Tony Watts, uno de los investigadores líderes de la expedición, confió a la BBC el poder descubrir, mediante sondeos y modelos en tercera dimensión, qué es lo que controla a los sismos, a fin de hacer mejores evaluaciones sobre lo que podría ocurrir en el futuro. "Necesitamos saber si las montañas submarinas están más o menos intactas cuando son arrastradas a la fosa, o se han dañado o decapitado. Si descubrimos un vínculo entre esas montañas y los terremotos, el escaneado de imagen del lecho marino nos pondrá en una mejor posición para entender los futuros sismos y tsunamis".

Zonas de subducción, entre ellas la Fosa de Tonga, pueden activar tsunamis, como el registrado en marzo pasado en las costas de Japón, que puso en riesgo nuclear a la planta de Fukushima, o en Sumatra en 2004.El estudio de un terremoto en Perú en 2001 mostró que las montañas submarinas podrían haber detenido el sismo por 40 segundos antes de la ruptura. Otra investigación, del sismo de Nankaido (Japón) en 1946, captó una montaña en el océano que había sido arrastrada diez kilómetros de profundidad y aparentemente limitó la magnitud de la ruptura y el riesgo de un tsunami.

Aquí el video de una erupción submarina entre el 16 y 19 de marzo de 2009 en Tonga; el volcán se activó de manera inesperada luego de un maremoto de 4.4 grados el 13 de marzo.



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