Los sondeos se realizarán junto a la reserva marina de la Albufera

Los expertos sitúan el punto más cercano del área donde se buscará petróleo a apenas 1,8 kilómetros del parque natural


En la reserva marina subsisten praderas de poseidonia, una especie en regresión

La zona de investigación aprobada por el Gobierno a la empresa Cairn Energy, que buscará bolsas de petróleo en un área de casi 400.000 hectáreas del golfo de Valencia, queda demasiado cerca del parque natural de la Albufera. Especialmente preocupante es la proximidad con la reserva marina incluida en el espacio protegido, más de 6.000 hectáreas donde todavía se mantienen praderas de posidonia marina, que merman cada vez más por la contaminación, e incluso formaciones precoralinas.
Según los cálculos realizados por el Instituto Cartográfico de la Comunitat (ICV), tomando como referencia las coordenadas que delimitan la zona de exploración, el punto más cercano se sitúa a apenas 1,8 kilómetros del límite de la reserva. Tanto los sondeos, que servirán para buscar yacimientos, como las futuras extracciones, si fueran autorizadas en una fase posterior, podrían situarse, en el peor de los casos, pegadas a uno de los parques naturales más importantes de España.
Así quedó de manifiesto ayer en la primera ponencia de las jornadas 'Encuentros Medioambientales', organizadas por el Instituto Tecnológico Metalmecánico (Aimme) y por la Universidad Católica de Valencia. El director del ICV, Emilio Forcén, explicó que el punto más cercano a tierra -el cabo de Cullera- se sitúa a 4,4 kilómetros, además de incidir en que el polígono exploratorio queda muy próximo a otros dos espacios protegidos de la Comunitat. Es el caso de las Islas Columbretes (a 25,4 kilómetros), donde se encuentra una espectacular reserva marina con abundante fauna mediterránea, y el parque natural del Montgó (a 27,1 km).
En el caso de las Columbretes, asociaciones proteccionistas como Oceana ya han advertido en ocasiones anteriores de que no se necesitaría un vertido demasiado extenso para que con las corrientes marinas y los vientos adecuados llegaran restos de crudo al área de influencia del parque natural.
De momento sólo pueden realizarse aproximaciones sobre la amplia zona donde pueden ejecutarse las futuras prospecciones, que deberían ser autorizadas por el Ministerio de Industria tras la fase de investigación.
Además, cualquier actuación que se realice, como perforaciones del fondo marino o campañas de adquisición sísmica, debe tener su correspondiente evaluación de impacto ambiental, donde se valora la viabilidad de las intervenciones o se establecen medidas correctoras desde el punto de vista de la conservación del medio marino.
También intervino José Segarra, director del parque natural de la Albufera, quien incidió en la afección de las actuaciones sísmicas, que consisten en impulsar aire comprimido hacia el fondo marino para recopilar información. Dijo que generarán un ruido equivalente a tres mascletaes.
La ponencia estuvo moderada por José Tena, Decano de la Facultad de Ciencias Experimentales de la UCV, quien destacó que el modelo de desarrollo valenciano se basa en el medio ambiente. A su vez, el investigador Javier Alcántara destacó que además de elaborar estudios petrolíferos, debería hacerse el mismo esfuerzo para conocer el medio marino.

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