Casi la mitad de las especies de tiburones y rayas, y al menos doce especies de peces óseos, podrían desaparecer del Mediterráneo debido "al exceso de pesca, la degradación de los hábitats marinos y la contaminación", según el último estudio de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Caty Arévalo - Madrid | Esta organización acaba de concluir una primera evaluación del estado de conservación de los peces marinos en el Mediterráneo de cara a su inclusión una Lista Roja de Especies Amenazadas, en la que, con criterios científicos, señalan a nivel internacional las especies que corren riesgo de extinción para que se promuevan programas de conservación.

La principal conclusión de la evaluación es que más de 40 especies de peces marinos del Mediterráneo podrían desaparecer en los próximos años, entre los que destacan -además de los citados- especies tan emblemáticas como delfines, ballenas y tortugas.

En lo que se refiere a especies comerciales como el atún rojo (Thunnus thynnus), el mero (Epinephelus marginatus), la corbina (Dicentrarchus labrax) o la merluza (Merluccius merluccius), la UICN las consideran "amenazadas o casi amenazadas de extinción" a nivel regional del Mediterráneo debido principalmente "a la pesca excesiva".

Kent Carpenter, coordinador de la Evaluación Global Marina de UICN, asegura que "las poblaciones de atún rojo en el Mediterráneo y Atlántico oriental preocupan especialmente", ya que "se estima que esta especie ha disminuido su potencial de reproducción en un 50 por ciento durante los últimos 40 años debido a un exceso de pesca intensiva".

Carpenter agrega que "la falta de cumplimiento de las cuotas actuales de pesca junto a la práctica extendida de informar de las capturas por debajo de la realidad pueden haber mermado los esfuerzos por conservar esta especie en el Mediterráneo".

Junto a las citadas, la UICN apunta a la utilización de artes de pesca como el palangre, a las redes de arrastre o de enmalle y al uso ilegal de redes de deriva como las grandes causantes de esa degradación.

María del Mar Otero, técnica del Programa Marino de la UICN, explica que "la pesca con redes de arrastre es uno de los mayores problemas para la conservación y la sostenibilidad de muchas especies marinas, ya que al no ser una técnica de pesca selectiva, además de capturar las especies objetivo, atrapan a muchas otras y destruyen al mismo tiempo los fondos marinos, en donde habitan, crían y se alimentan muchos peces".

El estudio destaca también la necesidad de reforzar la normativa aplicable a la pesca, crear nuevas reservas marinas, reducir la contaminación y revisar las cuotas pesqueras, sobre todo el número de capturas permitidas para las especies amenazadas.

Además, el informe pone de manifiesto la ausencia significativa de información sobre el estado de conservación de casi un tercio de estos peces marinos mediterráneos pese a la alta proporción de especies consideradas endémicas de la región mediterránea.

En esta línea, Catherine Numa, técnica del Programa de Especies de la UICN, reclama "a los políticos tomen las decisiones adecuadas para garantizar esta fuente de alimento en el futuro a la vez que se protege y valora la diversidad biológica del planeta