A pesar de su reputación como enemigos del hombre, los tiburones generalmente se alimentan de estrellas de mar, erizos y otros animales y rara vez atacan y matan personas. Las prácticas de pesca no sostenibles, como la caza de tiburones para tomar sus aletas – o aleteo-, han eliminado cerca de 90% de estos grandes depredadores en algunos ecosistemas marinos y ha afectado el delicado balance que existe entre la presencia de tiburones y la salud de estos ecosistemas. Las reservas marinas como el Parque Nacional de Coiba (PNC), que incluye las islas Coiba y Ranchería o Coibita entre otras, protegen a los depredadores más grandes para que mantengan comunidades marinas saludables. El PNC forma parte de una serie de reservas marinas en el Pacífico Oriental Tropical que van desde el Parque Nacional de Galápagos en Ecuador hasta las Islas de Malpelo y Gorgona en Colombia y el Área Marina Protegida en los alrededores de Isla Cocos, en Costa Rica. Todas estas áreas han sido designadas como Sitios de Patrimonio Mundial por UNESCO.

El biólogo marino Héctor Guzmán, estudia tiburones martillo, tiburones ballena y tiburones punta blanca migratorios en el PNC. Por ser migratorios, éstos requieren de protección regional. “Todavía no sabemos exactamente donde se reproducen, pero sí sabemos que los manglares que pueblan las costas panameñas son probablemente sus criaderos.”
Hasta el momento, en el PNC Guzmán ha marcado 15 tiburones ballenas y 74 tiburones punta blanca con radio-transmisores y satélites que ofrecerán información sobre qué tan lejos viajan y cuánto tiempo pasan en los sitios, a qué profundidad y temperatura. Una disminución importante en tiburones martillo en los últimos años ha hecho casi imposible encontrar y marcar individuos adultos, y los juveniles son víctimas de la pesca en las costas panameñas, cerca de los criaderos.

“En el PNC estamos empezando a ver algunas especies de tiburones que no se habían visto durante un largo tiempo, como tiburones Galápagos y sedosos, ambas especies en la categoría de Casi en Peligro de Extinción de la UICN,” acotó Guzmán. “Este es un indicativo de que hay más especies de depredadores disponibles y de que el ecosistema se está restableciendo gradualmente en áreas donde se había sobre-pescado.” De acuerdo a los datos de Guzmán, la población de tiburones punta blanca está en aumento.

El nuevo Plan de Manejo para el PNC es implementado por la República de Panamá y el mismo ha sido positivo según investigadores del Smithsonian. La información generada por los científicos del Smithsonian indica que dicho Plan, establecido por la Autoridad Nacional de Medio Ambiente de Panamá y que cuenta con contribuciones de una amplia gama de grupos ambientales y comunitarios, ya está teniendo efectos positivos.

Al seguir el movimiento de los depredadores más grandes como tiburones tanto afuera como dentro de la reserva, los investigadores sabrán si los niveles de protección seguirán siendo suficientes para mantener un ecosistema saludable que sirva como base para la cría de peces y la conservación de la biodiversidad natural para las futuras generaciones.


Fuente: http://horacero.com.pa