El buzo Rubén Collado intenta rescatar el "Lord Clive", nave hundida hace 248 años. Cuenta con la colaboración del historiador local Jorge Olarte. La idea es crear un parque temático en Colonia del Sacramento, Uruguay

El 2 de noviembre de 1762, Pedro de Cevallos, luego de vencer a los portugueses en la Cuarta Guerra por la posesión de Colonia del Sacramento, ingresó con sus tropas en la ciudadela. Previendo que el virrey del Brasil, su viejo conocido Conde de Bobadilla, enviaría una poderosa fuerza para reconquistarla, Cevallos se abocó de inmediato a la reparación de las murallas y defensas, como así también a emplazar baterías fuera del muro de piedra perimetral de la población, ocultándolo con ramas y arbustos.
Al mediodía del 6 de enero de 1763 - hace 248 años -, dio inicio un gran combate al atacarlos el "Lord Clive" - nave insignia de una flota angloportuguesa al mando del almirante John Macnamara -, poderoso navío de 64 piezas de artillería de bronce, el "Ambuscade" de 40 cañones y el portugués "Gloria" de 60 respectivamente.
Al ser impactado el "Lord Clive" con la "…bala roja" -munición de hierro maciza calentada al rojo vivo en una fragua-, disparada por cañones emplazados en la playa en su proa, se produjo un voraz incendio que asfixió y mató a la mayoría de sus tripulantes -entre ellos Macnamara- que al no poder ser sofocado, determinó el hundimiento de la nave a las cuatro de la tarde.
La idea de dispararles "balas rojas" se la dio a Pedro de Cevallos el Capitán Juan Antonio Guerrero del buque "San Zenón", en una carta que fue hallada por el historiador quilmeño Jorge Gabriel Olarte en el Archivo General de la Nación.
Es decir que el 6 de enero de 1763, en Colonia del Sacramento, fue vencida la Primera Invasión Británica al Río de la Plata.
En el presente, Rubén Collado, un calificado investigador submarino, encabeza un proyecto para rescatar al "Lord Clive" con la colaboración del quilmeño Jorge Olarte que de lograrse, permitiría crear un parque temático que rescataría del injusto olvido lo precedentemente narrado y así, Colonia del Sacramento pasaría a ocupar un lugar de privilegio mundial dentro de los lugares turísticos que cuentan este tipo de emprendimientos.
Collado, es un experimentado buzo argentino que en 1992 saltó a la fama mundial al encontrar en Montevideo los restos de "Nuestra Señora de la Luz", galeón hundido frente a esa ciudad por una tormenta en julio de 1752, rescatando parte de su valioso cargamento: 3.000 monedas, lingotes y diversos objetos de oro, que fueron rematados el 24 de marzo de 1993 en Nueva York por la firma Shoteby’s, obteniéndose un valor superior a los U$S 3.000.000.
Rubén Collado no es ningún improvisado en la búsqueda submarina, ya que cuenta con elementos de última generación para realizar su apasionante tarea, en diálogo con EL SOL explicó su cruzada en la que colabora el quilmeño Jorge Olarte.
¿Por qué usted considera que se puede rescatar del "Lord Clive"?; ¿sirven de algo en el fondo del mar y/o ríos?; ¿cuántos seres humanos pueden observarlos?
-La nave no explotó en pedazos al ser alcanzada su "Santa Bárbara" -polvorín- como aseguraron erróneamente varios historiadores durante años, sino que su proa al ser alcanzada con "balas rojas, se incendió al tomar contacto con material inflamable allí almacenado "…brea, y alquitran, estopa..." , y ese denso humo asfixió a tres cuartas partes de su tripulación - unos trescientos hombres -, lo que impidió ser apagado y produjo su hundimiento trás cuatro horas de combate.
Yo contemplé su casco hundido hace unos años y por eso desechamos la especie de su destrucción total, por el contrario nos dio la impresión que salvo la proa, el resto está en óptimas condi-ciones: recogimos algunos restos, pero lamentablemente tuvimos que devolverlo al fondo del río por que las autoridades de Colonia así lo determinaron, en lo que yo entiendo como una exage-rada y errónea política de un "pseudo" conservacionismo histórico, que toma como base la "Convención Internacional para la protección del Patrimonio Cultural Subacuático" de la UNESCO, que considera como tal a los rastros de existencia humana de carácter cultural, histórico o arqueológico que hayan estado bajo el agua parcial o totalmente en forma periódica al menos por cien años
¿Pero como se habrían conservado las mismas después de 248 años?
-Aún si se hubiera dañado la caja de hierro, como iban enrolladas como los mapas, en cartuchos de plomo cilíndricos sellados, cuyo extremo inferior tenían mayor peso para que, en caso de aborda-je por una nave enemiga, fuesen arrojadas al mar, evitando así la captura de material tan sensible.
A medida que los capitanes de los buques necesitaban recurrir a determinado material escrito o consultar algún mapa secreto, cortaban en su parte superior con una sierra y una vez ter-minada la consulta, lo sellaban nuevamente con plomo y lo guardaba en la caja de hierro.
¿Cómo puede asegurar que el barco se hundió de proa?
-Por un hallazgo sensacional que efectuó el historiador quilmeño Jorge Gabriel Olarte en el Archivo General de la Nación: la carta del Capitán Juan Antonio Guerrero al General Pedro de Cevallos aconsejándole disparar "balas rojas"; muchos hablaron de ese proyectil, pero que el que encontró la "aguja en el pajar" fue Olarte y así se completó el rompecabezas.
¿Dónde lo conoció?
-Invitado por el Consulado argentino en Colonia, Jorge Olarte inauguró las "Conferencias de Historia Rioplatense" en noviembre pasado, durante la cena nos hicimos amigos, me regaló un ejemplar de su libro "La Guerra de los Cien años en el Plata" y yo tuve el atrevimiento de pedirle que investigará con más profundidad el tema del hundimiento del "Lord Clive". Real-mente es importante el aporte que ha realizado merced a su trabajo exhaustivo como historiador que ha trascendido a otras latitudes.

FUENTE: http://www.elsolquilmes.com.ar