El Salvador podría tener el primer sitio arqueológico subacuático protegido.


“El patrimonio cultural subacuático ha sido subestimado y es bien poco conocido; pero nuestro país, a pesar de ser pequeño, tiene un gran potencial de patrimonio subacuático.”
Roberto Gallardo, arqueólogo de la Secretaría de Cultura


Podrían ser consideradas “cápsulas del tiempo” o “bibliotecas bajo el mar”, y sin duda son remanentes históricos de gran valor pero bajo el agua, y por el momento no son visibles para todo el público. Se trata de arqueología subacuática, una rama científica aún incipiente, no solo en El Salvador, sino en la región centroamericana.

La Secretaría de Cultura (SEC) tiene un programa de arqueología subacuática, y como parte de este se realizan desde hace una semana inmersiones en el sitio donde el navío S. S Douglas se hundió en 1890. El objetivo es recolectar información del barco y delimitar el área aledaña a este para darle carácter de bien cultural nacional, y que pueda ser protegido contra saqueos de los que ya ha sido víctima.

“Ya tenemos la estrategia que vamos a seguir, si no lo delimitamos con base en la Ley Especial de Patrimonio Cultural… cualquiera puede decir ‘voy a bucear y voy a sacar lo que quiera’, y no se trata de eso”, explicó Ramón Rivas, director nacional de Patrimonio de la SEC.

Un equipo de buzos de El Salvador Divers y el arqueólogo Roberto Gallardo, de la SEC, han realizado al menos ocho inmersiones para recolectar la información necesaria para la delimitación del sitio donde naufragó el S. S Douglas. “El patrimonio cultural subacuático ha sido subestimado y es bien poco conocido; pero nuestro país, a pesar de ser pequeño, tiene un gran potencial de patrimonio subacuático”, exclamó Gallardo.

Luego de la delimitación se procedería a la declaración de patrimonio del sitio por parte de la SEC, que también buscaría el respaldo de la UNESCO al respecto. Posteriormente, se pensaría en convertirlo en un parque arqueológico, y, con la debida señalización, se permitiría el acceso al público.

Por el momento, en el país se cree que existen al menos unos 15 sitios de arqueología subacuática, de los cuales únicamente cuatro han sido registrados por la SEC: Cerro Quemado (en Ilopango), el lago de Güija, el S. S Douglas y el Cheribón (frente a Punta Remedios, Sonsonate).