El cuerpo submarinista desaparecido hace un mes en Águilas mientras practicaba pesca deportiva a pulmón aún no ha sido localizado pese a los esfuerzos realizados por la Guardia Civil, Protección Civil, Cruz Roja, la Armada, las cofradías de pescadores y decenas de voluntarios movilizados por su familia.

El joven, de 23 años y natural de Águilas, desapareció a primera hora de la tarde del 3 de enero mientras hacía una inmersión con un amigo en aguas de la isla de El Fraile, un lugar con corrientes que conocía bien.


Su compañero dio la alerta de su desaparición y en ese momento se activó un complejo operativo de búsqueda que ha movilizado durante semanas a buceadores de Cruz Roja y del grupo de emergencias acuáticas de la Guardia Civil y del grupo de rescate subacuático de la Dirección General de Seguridad Ciudadana y Emergencias que han rastreado sin éxito los fondos marinos.


A su labor se unieron en los días siguientes a la desaparición submarinistas de clubes privados de buceo de Águilas expertos en la zona, los de granjas acuícolas de la zona y en las últimas semanas se contó incluso con un robot subacuático de la Armada Española para búsqueda.


Mientras por la superficie del mar las tareas de búsqueda también han contado con embarcaciones de Cruz Roja en Águilas, Cartagena y Mazarrón y patrulleras de la Guardia Civil, con apoyo de las embarcaciones de la Cofradía de Pescadores de Águilas y con una veintena de motos de la Federación Murciana de Motonáutica.


Por tierra, cada playa, cala y acantilado del litoral aguileño ha sido escrutado en busca del cuerpo por voluntarios de la Cruz Roja y Protección Civil y se han realizado batidas de voluntarios organizadas por la propia familia del desaparecido, mientras que helicópteros como el Helimer de Salvamento Marítimo con base en Valencia también ha sobrevolado el litoral.


Entretanto su padre y su hermana han vivido con angustia desde el primer día las tareas de búsqueda desde playa Amarilla, frente a la isla de El Fraile, el lugar de la desaparición.
Allí en un hospital de campaña han recibido apoyo psicológico de profesionales de Protección Civil y la Cruz Roja en las primeras semanas.


Un mes después de la desaparición siguen acudiendo a diario a playa Amarilla, donde otean el horizonte en busca del submarinista, recibiendo visitas frecuentes de amigos y familiares para trasladarse su apoyo.


El ayuntamiento de Águilas mantiene un operativo intermitente de rastreo de playas, por tierra y en embarcaciones, por si la marea sacara a flote el cuerpo del submarinista o alguno de sus objetos personales.