'Bajo el Cantábrico' elaborado, tras 5 años de trabajo, por el submarinista y realizador gijonés Jorge Chachero, inmortaliza y difunde el patrimonio natural que albergan las profundidades del indómito litoral astur, casi desconocido

La misteriosa y fascinante vida que se gesta en las profundidades del Cantábrico estará al alcance de los asistentes a la 'XXIII Muestra de Cine Submarino de Valladolid', que se celebrará a finales de noviembre y que este año estará dedicada al famoso investigador marino, científico y escritor Jacques Yves Cousteau, en conmemoración al primer centenario de su nacimiento y en el que también participará su hijo menor, Pierre Yves Cousteau. Será allí donde se difunda el documental pionero 'Bajo el Cantábrico', del submarinista y realizador gijonés Jorge Chachero.

“La franja del litoral asturiano es muy valiosa pues alberga múltiples comunidades de algas que no pueden estar por debajo de los 30 metros de profundidad ante a la poca entrada de luz solar”, explica Jorge Chachero, quien añade: “Así nos encontramos con que en una extensión relativamente pequeña, estos bosques de algas soportan una gran responsabilidad en el alimento y el resguardo de infinidad de especies marinas, y aunque la riqueza y biodiversidad de lugares como el Cachucho sean muy importantes, no debemos olvidar que en el litoral asturiano no hay ningún área marina protegida”. En el litoral -el lugar donde mar y tierra se encuentran- asturiano no hay Áreas Marinas Protegidas (AMP), es decir, la totalidad de nuestro litoral está aun sin proteger, pese a que la Administración regional tiene competencias en esta materia.

Naturalista concienciado, para Jorge Chachero han sido cinco arduos años de trabajo para conseguir la grabación en imágenes de la riqueza y biodiversidad del poco conocido y mucho menos divulgado fondo marino Cantábrico. “El esfuerzo económico ha sido propio, pero para llevar a cabo el documental ha colaborado mucha gente, desde tripulaciones, compañeros de buceo… biólogos como Ricardo Roberto Fernández, y muchos otros buenos compañeros”, señala Chachero.

'Bajo el Cantábrico', que ahora se proyectará en el festival vallisoletano, fue grabado en los fondos de la Ensenada de Somió, a tres millas de Gijón y a 20 metros de profundidad.

“Estamos acostumbrados a ver las imágenes de los fondos marinos exóticos tropicales, pero la riqueza submarina del Cantábrico no solo es maravillosa, sino desconocida”, apunta Chachero. ” Todos quedan sorprendidos al verlo, diciendo, pero ésto...¿es de aquí?, los colores, los corales, los bosques de ocle, el paisaje submarino asturiano.........toda la fauna,....resulta increíble, fascinante y ahí está, vive y sobrevive a nuestro lado”, explica.

-¿Qué supone la proyección de 'Bajo el Cantábrico' en la XXIII Muestra de Valladolid?

-Es todo un reconocimiento al valor del patrimonio natural submarino que tenemos en el Cantábrico, concretamente en Asturias. Nuestros fondos marinos no tienen nada que envidiar a otros tradicionalmente considerados como espectaculares.

-¿Por qué el fondo del Cantábrico, hasta ahora, era un desconocido?

-Es un mar difícil de explorar, es frío, turbio, oscuro, y muy a menudo peligroso, con lo que mantener la afición por el buceo a veces se convierte en una labor difícil. Pero cuando las condiciones son buenas resulta maravilloso. Tradicionalmente conocemos su valor como recurso para la pescar, pero todo lo demás no se valora. Solo en los últimos tiempos, con la popularización del buceo autónomo, más y más gente está conociendo este patrimonio natural sin otra intención que la de admirarlo.

-¿Hay cultura submarinista en el Cantábrico?

-Sí, cada vez más. En el océano se encuentran las experiencias que todavía nos pueden conmover y llevarnos al descubrimiento de nuevos paisajes, mundos y seres que parecen irreales. Además nos visitan una infinidad de buceadores, algunos con asiduidad y es que Asturias es también un paraíso natural sumergido.

-La riqueza y biodiversidad del fondo Cantábrico ¿está amenazada?

-Es conocido por todos la alarmante situación de la vida marina de los océanos y del salvaje saqueo al que los estamos sometiendo. Por supuesto el Cantábrico no se libra de esta situación. Cualquiera que hable con un pescador jubilado escucha la misma historia 'antes sí que había vida' y sin embargo los propios ciudadanos que viven de este medio (que nos pertenece a todos), están en una dinámica en la que no pueden parar de pescar y presionar para ello a los políticos cada vez que los científicos piden vedas y moratorias para ciertas especies.

-¿Qué medidas serían necesarias para garantizar la conservación submarina de nuestro mar?

-Hay mucho trabajo por hacer, en primer lugar hay que investigar más acerca de qué lugares serían idóneos para proteger, por la existencia de especies o condiciones particulares, y a partir de ahí establecer una red costera de áreas marinas protegidas que sirvan como zona de cría y dispersión de especies que enriquecerán las zonas aledañas y por otro lado que se cumplan los compromisos adquiridos por España de llegar a un 10 % de zonas marinas protegidas antes del 2012 (actualmente solo hay un 1%).

Por otro lado, los ciudadanos podemos colaborar apoyando la creación de estos espacios de protección, y hacer un consumo responsable, comprando preferentemente pescado capturado localmente con sistemas tradicionales y que cumplan las normativas de tallas y tamaños.

-¿Alguien se está beneficiando de esa desprotección oficial del fondo y litoral Cantábrico?

-Los colectivos de pescadores son beligerantes cuando se habla de proteger pero, a estas alturas, no creo que nadie pueda discutir que el futuro pasa por la concienciación colectiva y respetar las recomendaciones de los científicos fruto de años de estudio e investigación. Si no atendemos a los sabios estamos definitivamente perdidos.