Científicos de la NOAA Fisheries Service y sus colaboradores utilizaron por segunda vez en el mar una técnica basada en la sedación química para ayudar a cortar los cabos que seguían enredados en el cuerpo de una joven ballena franca del Atlántico Norte (Eubalaena glacialis) el pasado 15 de enero frente a las costas de Cabo Cañaveral en Florida. El sedante administrado al ejemplar ha permitido a los expertos mantener tranquilizado al animal para poder abordarlo con seguridad y eliminar los 15 metros de cuerda que le envolvían la boca y sus aletas.


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Una vez finalizada la acción de desenredo, se le administró al animal una dosis de antibióticos para tratar las heridas provocadas por los cabos que arrastraba y medicamentos para contrarrestar el efecto del sedante previamente suministrado. Los expertos en rastreo por satélite de la organización le implantaron al animal un marcador de seguimiento temporal para monitorizar cómo evoluciona el estado de la ballena durante los próximos 30 días.


La primera vez que una ballena fue sedada con éxito y desenredada fue en marzo de 2009, también frente a las costas de Florida.


Estos dos casos son una buena noticia para esta especie y su conservación, y sirven de precedente a futuras acciones de rescate de grandes cetáceos. la Fundación CRAM ha valorado de forma muy positiva los métodos y técnicas utilizados para su aplicación en situaciones similares en aguas del Mar Mediterráneo.