Trece de los documentales fueron rodados el pasado mes de octubre en el área de es Daus durante el Campeonato de España de Vídeo Submarino

Pulsa en la imagen para verla en tamaño completo

Nombre: 2010-12-15_IMG_2010-12-15_20:01:14_1201.jpg
Visitas: 4
Tamaño: 11.1 KB
ID: 5633

Bancos gigantescos de salpas, erizos blancos, espirígrafos, amenazadoras morenas, un bellísimo velo de venus y una anémona de terminaciones malvas. Son los motivos que se repiten en los 14 vídeos que el martes fueron mostrados en el Club Diario durante la proyección ´Una mirada al Patrimonio sumergido´. Salvo uno, todos fueron elaborados durante el Campeonato de España de Vídeo Submarino celebrado a mediados del pasado mes de octubre y en el que cada equipo que competía estaba formado por un camarógrafo y su ayudante, que se sumergieron en el área de es Daus para captar las imágenes con las que luego, en un tiempo máximo de cuatro horas, debían montar un breve documental.

La ganadora de ese campeonato nacional fue ´Prometeo encadenado´, del equipo formado por Pilar Barros y Jorge J. Candan, pertenecientes a la Federación de Actividades Subacuáticas de Galicia. En segundo lugar quedó ´Underwater´, de los catalanes Jordi Ayala y Marc Cubells, mientras que el tercer puesto fue para la ´Teoría de ARITMEN´ (mentira, al revés), de los canarios Juan Palenzuela y Javier Luis. La mayor parte de los concursantes optaron por elaborar películas en las que las imágenes ilustraban advertencias apocalípticas sobre el futuro del medio ambiente marino. Otras apostaron por una visión naif del mar y su entorno.

Viaje a las praderas
Todos serán colgados próximamente en la página web de la Federación Balear de Actividades Subacuáticas (www. fbdas.com), según informaron los videógrafos marinos Jaume Torres e Israel Robledo, que presentaron la proyección y atendieron el posterior coloquio.

Precisamente, ambos son los autores del último vídeo que se exhibió, ´Viaje a las praderas de posidonia´, un didáctico documental en el que un pez mula (un hipocampo con una capacidad formidable para camuflarse entre la Posidonia oceanica) ejerce de cicerone por la pradera y desentraña sus secretos, como el lugar donde se ocultan las nacras (un mejillón gigante), los pulpos o el tordo verde, o muestra cómo la tortuga boba encuentra allí alimento y refugio, igual que el besucón (que, en vertical, se deja llevar por la corriente), los serranos y los erizos blancos y púrpuras. Es el adelanto de un trabajo más completo sobre la posidonia, según explicó Jaume Torres, del club de buceo Anfibios y encargado de las visitas que durante el verano –y organizadas por el Consistorio de Vila– se realizan a las praderas para divulgar sus valores.

Israel Robledo es una de las cinco personas que recientemente han creado el Club Aquàtic Sant Josep, destinado a quienes, como él, han cambiado «el fusil por la cámara de vídeo o de fotos». «La pesca no va con nosotros», subraya Robledo.