Dependencia y sumisión en el ámbito del submarinismo
La cuestión de la dependencia y la sumisión a una persona, idea o causa, no es desde luego algo intrínseco al submarinismo, pero si cabe decir que el buceo posee unas características específicas que facilitan su expresión.
En este sentido la gran dependencia que se genera al principio con el formador, los miedos y temores que se desencadenan y que no siempre son superados en su totalidad, y el hecho de que determinadas organizaciones, escuelas, formadores o lideres grupales sientan como una amenaza la individualidad de sus miembros, y por lo tanto el criterio propio, conlleva que se fomente la dependencia y/o sumisión de dichos miembros a la persona/s e idea/s dominantes, reaccionando con agresividad e incluso con la exclusión a aquellos que no se someten.
En este sentido el buzo deja de tener criterio propio y deja de aprender de su experiencia para someterse y preservar la seguridad psicológica que le proporciona su fuente de suministro de seguridad y bienestar, sea personal o conceptual. Ello limita en gran medida las posibilidades de desarrollo del submarinista.
Hay formadores, organizaciones o ideas de buceo que admiten con la madurez de sus miembros, la individualización y autonomía de los mismos, sin rechazarlos y pueden a su vez enriquecerse de las aportaciones que realizan
Pero en otros casos esto no se produce, especialmente en entes rígidos de marcado carácter narcisista acompañado en ocasiones de un claro enfoque comercial. El buzo integrado dentro de estos espacios necesita de la aprobación del líder para crecer, pero justamente si crece, no la obtiene, con lo cual se sitúa en un callejón de difícil salida
Para poder tolerar la frustración que todo ello le genera el submarinista divide el buceo en dos partes: el buceo “bueno” y el” buceo” malo.
Este “buceo malo” y frustrante lo sitúa en el exterior, en todo aquello que no esté bajo el paraguas de su líder, escuela o concepto de buceo, considerando como malo todo aquello que en general se asocia en el mundo del buceo como indeseable; inseguridad, mala formación ,, técnica de buceo inadecuada, criterios poco fiables en la compra de materiales, etc…todo ello en ocasiones intelectualizado con algunas de las múltiples teorías que inundan el buceo muchas de ellas con escasa base y orientadas hacia la autoconfirmación de sus propias hipótesis.
Proyectando el buceo “malo” al exterior, puede quedarse con una idea de un buceo “bueno” y gratificante, es decir seguro, con criterio, superior a los demás, haciendo las cosas como hay que hacerlas…asociado al formador, idea o concepto al que el buzo se encuentra adscrito y del cual no puede psicológicamente liberarse.
Estar adscrito a dicho ente cobra más valor en sí mismo que bucear, ya que también hay que considerar que algunas personas creen obtener un reconocimiento exterior a través de la dependencia y sumisión hacia un líder o concepto de buceo que no pueden obtener a través de otras experiencias vitales
Cabe decir que la escisión entre “buceo bueno y malo” es errónea en ambos casos. En general personas adscritas radicalmente a una idea de buceo, son incapaces de observar los déficits de esa misma idea, ni diferenciarlo de los elementos positivos que sin duda tiene; lo mismo ocurre cuando se valora como “buceo malo” al que no sigue su línea de pensamiento o acción.
Cabe decir que lo que diferencia una integración grupal con un formador, escuela, idea o sistema de buceo sano de uno basado en la dependencia y sumisión es a veces la radicalidad de las opiniones.
Cuanta mayor rigidez de las ideas, cuanto más basadas en opiniones externas de determinado gurú o teóricamente científicas sin aderezo de la experiencia y cuanta mayor agresividad aun en tono de ironía hacia la discrepancia, mayor dependencia y sumisión emocional cabe interpretar ante el buzo en cuestión.
En este sentido y como consecuencia el buzo es dependiente hacia su fuente de seguridad y no puede bucear con comodidad, o simplemente no puede bucear en ausencia de dicha fuente, entendiendo como fuente la presencia de determinada persona o el seguimiento de determinada idea.
Considero un submarinista en la medida que evoluciona debe seguir determinado parámetro conceptual que se ajuste a sus necesidades dentro del submarinismo, siendo positivo integrarse en grupos con intereses similares y donde pueda crecer, pero debe preservar en todo momento su capacidad de crítica y autocrítica y estar abierto a nuevos conocimientos provenientes de otros líderes , escuelas o sistemas y también a aquellos aprendizajes que su propia experiencia le reporta.
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