Los científicos advierten de que el calentamiento reduce la pesca, de la que dependen millones de personas en la región

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El lago Tanganica se está calentando y ha alcanzado ya una temperatura superficial (26 grados centígrados, medidos en 2003) sin precedentes en los últimos 1.500 años. El mayor calentamiento se ha registrado en el siglo XX. Los científicos que lo han investigado presentan sus conclusiones en la revista Nature Geoscience. Para conocer la historia del lago ellos han tomado muestras del fondo marino con las que han podido reconstruir la historia de la temperatura de las aguas superficiales en el último milenio y medio. "Estos resultados se añaden a los relativos a otros lagos africanos que muestran que los cambios en el clima regional tienen un impacto significativo en ellos y en las poblaciones del entorno", comenta Paul Filmer, responsable de la división de Ciencias de la Tierra de la estadounidense Fundación Nacional de la Ciencia (NSF), que ha financiado el proyecto.

El lago Tanganica mide casi 700 kilómetros de largo y unos 50 de ancho, como promedio. Su profundidad máxima es de 1.470 metros. Es uno de los más grandes del mundo -de agua dulce- y a sus orillas se asoman cuatro países: Congo, Burundi, Tanzania y Zambia. Unos 10 millones de personas viven en el entorno de lago y dependen de él tanto para el suministro de agua dulce como para su alimentación, ya que se capturan allí cada año unas 200.000 toneladas de peces. El aumento de temperatura del agua superficial del Tanganica ha afectado a su ecosistema, en gran medida condicionado por los nutrientes que emergen del agua profunda y determinan toda la cadena trófica que sustenta la pesca.

"Nuestros datos demuestran una relación consistente entre la temperatura de la superficie del lago y la productividad pesquera. A medida que el lago se va calentando, calculamos que bajará la productividad afectando a la industria pesquera del entorno", afirma Jessica Tierney (Universidad Brown) y líder del equipo científico.

La investigación se ha basado en dos muestreos del fondo del lago, uno en 2001 y otro en 2004. Las aguas del lago tienen dos niveles, uno profundo y otro superficial, hasta unos 100 metros, en el que viven casi todas las especies animales. El viento mezcla las aguas y así emergen nutrientes a la superficie, nutrientes de los que se alimentan las algas, y en ellas se basa toda la cadena alimenticia del lago. Pero, a medida que las aguas se calientan, la mezcla de aguas disminuye y suben menos nutrientes hacia la superficie.

El incremento de temperatura, explican los científicos, magnifica la diferencia entre los dos niveles del lago y hace falta más viento para batir las aguas y que emerjan los nutrientes. Los resultados de la investigación indican que durante 1.500 años, los intervalos de calentamiento y enfriamiento prolongados han estado relacionados con productividad de algas baja y alta, respectivamente, lo que supone una clara influencia del los cambios de temperatura y la productividad biológica en el Tanganica.

Los modelos de cambio climático, añade la NSF, muestran una tendencia general al calentamiento en la región que provocará un aumento de temperatura aún mayor de las aguas superficiales de este lago africano. Tierney y sus colegas reconocen que, como han ya indicado otros científicos, la sobreexplotación de la pesca puede haber motivado el declive de los recursos del Tanganica, pero añaden que el calentamiento del lago, con la consiguiente reducción de la mezcla de sus aguas y nutrientes, está exacerbando ese declive.